Retiro de fondos de pensiones: la propuesta de "un crédito a uno mismo" que complica a La Moneda
Era impensado comenzar a hablar de retiro de fondos de las AFP, cuando en los últimos años el debate en Chile ha estado centrado en qué hacer para mejorar las malas pensiones que reciben los chilenos cuando se jubilan. Pero el proyecto de la senadora DC Ximena Rincón puso el tema en el radar, y el debate definitivamente llegó para quedarse. Ella aún intenta que el Ejecutivo patrocine su iniciativa que busca que todos los que no acceden al Ingreso Familiar de Emergencia 2.0, puedan disponer de su 10% y que el Estado se los devuelva en el momento de su jubilación, algo resistido en Palacio, porque necesariamente involucra recursos públicos.
El gobierno se niega rotundamente a la idea porque además, dicen en La Moneda, hacerlo implicará tener peores pensiones en el futuro, y porque la ley establece un único uso: el pago de pensiones. Por eso, la titular del Trabajo María José Zaldívar y el de Hacienda Ignacio Briones tienen las puertas completamente cerradas a esa idea. Tanto les complica el tema que varios ministros han llamado al presidente de Renovación Nacional Mario Desbordes, para que eche marcha atrás en su afán de recurrir a los fondos de pensiones para paliar la crisis del coronavirus.
“El gobierno está preparando una propuesta para la clase media que no recibe Ingreso Familiar de Emergencia, y lo más probable es que sea con créditos blandos, pero la bancada de diputados está elaborando una propuesta, como última opción, si es que no hay otra vía de ayudas”, señala Desbordes, lo que indica que en Renovación Nacional están alertas, y que depende de cuán contundente sea el proyecto del gobierno, para ver si insisten o no con el retiro de fondos de pensiones y que iría por la línea de autorizar un monto –y no un porcentaje-, que sea devuelto por el trabajador por la vía de cotizar un 11% y no el 10% legal, trabajar un año más o devolver el dinero a la cuenta de capitalización individual como autopréstamo.
El foco de los técnicos
Mientras tanto, nuevas propuestas han llegado a Palacio desde el mundo técnico. A la planteada por el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, quien propone un préstamo del 10% cargado a los propios fondos de pensiones, apareció la del economista Joseph Ramos, quien insiste que es serio hablar de entregar un porcentaje de los fondos y retrasar la edad de jubilación, algo poco descabellado según él, “porque muchas personas ya han decidido postergarla hasta los 67 años y más, y la idea es entregar un monto que sea financiable en el tiempo de postergación”, indica Ramos.
A estas dos ideas, ahora se suma la propuesta de un economista del MIT, profesor de la Universidad Católica, y muy cercano al gobierno: se trata de Salvador Valdés, quien plantea una iniciativa que quedó plasmada en un documento de cuatro páginas llamado “Crédito directo desde el ahorro para la vejez, cuidando la pensión”, que el profesional sólo ha entregado a un grupo muy reducido de expertos en materia previsional, pero que marca un nuevo escollo para las pretensiones de Palacio.
En el escrito, al que tuvo acceso T13.CL, Valdés propone básicamente que los chilenos no pensionados puedan acceder a sus dineros, siempre y cuando se comprometan a pagar una especie de sobretasa (sobre el 10% de cotización legal) que deberá ser descontada por planilla, por sus futuros empleadores, pagando interés, de manera de asegurar que el préstamo de ninguna manera implique recursos fiscales, y que tampoco contribuya a que esas personas tengan menores pensiones cuando se jubilen.
Valdés le llama “crédito social directo a sí mismo”. Y lo más llamativo es que el economista no establece una limitación en su destinación, o sea la persona podría utilizar el 10% para lo que estime conveniente, aunque el afiliado puede elegir porcentajes menores para el retiro.
Además establece un plazo máximo para devolver el crédito, señalando que se podría entregar por 38 meses, con 4 de gracia, aunque en una emergencia sanitaria, el plazo, según él, podría ser mayor. Este es un punto crucial, porque su propuesta al igual que la de Ramos involucra el retiro no sólo para combatir la actual crisis, sino que lo establece como sistema en cualquier circunstancia, lo que obviamente le pone cuesta arriba el tema al gobierno, porque ahora no sólo parlamentarios de su sector presionan para que esto suceda, sino que ahora un técnico que sabe de pensiones y que pertenece a su mismo sector.
En Palacio la resistencia es total. Afirman que esta semana habrá novedades para apoyar a la clase media, lo que ayudaría a dejar el tema del retiro de pensiones congelado, si bien el debate, contrario a lo que se pensaba hasta ahora, está sobre la mesa, algo a lo que se adhirieron en Australia, México y Estados Unidos, si bien los críticos insisten que en la contingencia el mejor camino sería surgen dudas, de cómo obligar a las personas a pagar sus compromisos, considerando que muchos de ellos experimentarán situaciones complejas, y muchos insisten que para salir de la contingencia de desempleo es mejor echar mano al seguro de cesantía que tiene 14 mil millones de dólares disponibles.
Obviamente no hay acuerdo, y las presiones son fuertes desde distintos lados, aun cuando nadie desconoce que no es un tema sencillo de abordar porque se está hablando de las platas para la vejez.