Podemos definir una empresa sostenible como aquella que tiene en cuenta los aspectos medioambientales y sociales para crear un valor a corto y largo plazo. Tiene la idea de contribuir al progreso de las generaciones futuras y a la creación de bienestar.
Y es que hacer un mundo mejor es tarea de todos: de los ciudadanos, de las instituciones y, cada vez más, de las empresas. La pandemia que vivimos ha realzado la importancia de la empresa sostenible en nuestra sociedad.
Los consumidores cada vez tiene más conciencia ecológica y buscan comprar productos y servicios de empresas que estén comprometidas con el medio ambiente. El incremento de ventas de productos ecológicos y el greenwashing generalizado (estrategia de mercado basada en presentarse como amistosos con el entorno, sin serlo realmente) lo demuestran.
¿Cómo convertirse en una empresa sostenible?
Es fundamental contar con una estrategia sostenible, que sea comprometida con el medio ambiente y que sea veraz y contrastable en el tiempo, pero, ¿cómo podemos lograr convertir nuestra empresa en una empresa sostenible? Los expertos recomiendan los siguientes consejos:
- Controlar el consumo energético. Establecer y promover hábitos que reduzcan el consumo energético en el trabajo supone un gran ahorro.
- Reciclar. En las empresas se genera una gran cantidad de residuos. Una empresa sostenible tiene que gestionarlos correctamente.
- Reducir la huella ambiental. Minimizar el impacto de la empresa que, por su propia actividad, perjudica al medioambiente.
- Educación y formación ambiental. Crear conciencia ambiental a tus propios trabajadores y a los proveedores.
- Fomentar la sostenibilidad entre los clientes. Realizar campañas que premien los actos sostenibles de los clientes es una buena manera de fomentar la responsabilidad ambiental y educar a los clientes.