Esta semana será clave para el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya que se dará el anuncio de partida de lo que serán las puntadas finales para la confección del Presupuesto 2017.
En los próximos días, la Dirección de Presupuestos (Dipres) dará a conocer las estimaciones de los expertos de los comités consultivos del PIB tendencial y del precio de referencia del cobre. De esta forma, el Ministerio de Hacienda contará con dos insumos fundamentales para la elaboración de la Ley de Presupuestos del sector público para el próximo año, que el Ejecutivo tiene que ingresar al Congreso a fines de septiembre.
En agosto del año pasado, el acta del comité de PIB tendencial reveló que los expertos consultados estimaron un crecimiento de 3,6% para 2016, por debajo del 4,3% previsto para 2015. En tanto, el comité del precio del cobre estimó que el valor promedio del metal rojo en los próximos diez años se ubicaría en US$ 2,98 por libra.
Con estos datos, Hacienda fijó en 4,4% el incremento del gasto público para el presente año, ajustándose de esta forma a la meta de reducir en alrededor de 0,25 puntos del PIB el déficit estructural.
Sin embargo, ante el deterioro que experimentó la cotización del commodity en la última parte del año pasado, el ministro Valdés, previa consulta al Consejo Fiscal Asesor, decidió en enero de 2016 realizar una convocatoria extraordinaria de dicho comité, reduciendo la previsión del precio promedio del cobre a largo plazo a US$ 2,57 por libra y a US$ 2,15 para el presente año. Este resultado obligó al ministro Valdés a anunciar en marzo una reducción del gasto fiscal por US$ 540 millones.
En el mercado, y en el propio gobierno, estiman que para 2017 el crecimiento del gasto público debiese ubicarse en torno a un 3%. Esto consideraría la utilización de una parte del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) –como reemplazo de deuda- que a fines de junio de este año acumulaba poco más de US$ 14.603 millones.
De hecho, el propio ministro Valdés solicitó en junio al Consejo Fiscal Asesor que realizara una propuesta sobre los criterios que se debiesen considerar para estudiar la posibilidad de usar dichos recursos.
En su momento el jefe de las finanzas públicas aclaró que la eventual utilización de estos recursos no implicaría un aumento del gasto fiscal. "Es una decisión estrictamente financiera. El gasto se determina por una regla, en que nosotros tenemos el compromiso de mejorar el balance estructural un cuarto de punto", enfatizó Valdés.
La última vez que se usaron estos fondos fue en 2009, en el primer gobierno de Michelle Bachelet, para enfrentar los efectos de la crisis subprime.
Pero este tema quedará en suspenso hasta el 1 de octubre de este año, momento en que se hará público el presupuesto que Hacienda entregará. En el proyecto, estará claro si Valdés optó o no por la utilización del FEES y bajo que parámetro lo hizo.