Histórico, glorioso, memorable. Faltan calificativos para describir el momento del cobre. Finalmente el metal traspasó la barrera de los US$ 4,6 la libra alcanzando su mayor valor desde que se tienen registros, y, de paso, darle una buena noticia a una economía chilena que necesita de catalizadores positivos.
Todo, además, en medio de una discusión en el Congreso de un mayor impuesto a las mineras, algo que también presionó a los precios en las últimas jornadas.
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Durante la madrugada, en el mercado de Chicago, los futuros del metal adelantaban el hecho histórico con los contratos a tres meses superando la mítica barrera, y por harto. De acuerdo a Bloomberg, el metal cotiza en US$ 4,71, lo que es un salto de 2,51%.
En la Bolsa de Metales de Londres también queda plasmado el hito. En la capital inglesa el principal producto de exportación de Chile culminó en US$ 4,7 la libra tras un salto ed 3,35%.
La ruta hacia el dorado
El camino del cobre para llegar a estos niveles partió hace poco más de un año, cuando el commodity cayó de los US$ 2,10 la libra tras los desastrosos efectos en los mercados de las medidas de confinamientos y cierres de economías con el fin de tratar de evitar el avance de la pandemia.
Con China-principal consumidor de materias primas del mundo- prácticamente paralizada durante el primer trimestre del 2020, el cobre tocó fondo, pero en la medida que el gigante asiático iba retomando la normalidad (mucho más rápido que el resto) la demanda comenzó a subir rápidamente.
Además de tener a los chinos volcados comprando cobre, el mercado comenzó a digerir que la oferta no sería suficiente para satisfacer una demanda que iba creciendo en la medida que otras economías comenzaban con el desconfinamiento.
¿Pero tanto cobre se requerirá? Aquí viene la otra gran parte de la historia. En la medida que algunos miran más allá de la pandemia retoman algunas tendencias previas a la llegada del virus. Por ejemplo: el cambio climático. El mundo busca cambiar a una energía menos contaminante y ese tipo de tecnologías consume mucho más cobre que la tradicional. Lo mismo sucede con los autos eléctricos que cada vez cobran mayor fuerza en el mercado mundial.
De hecho, en un reciente informe la Agencia Internacional de Energía aseguró que para cumplir los Acuerdos de París, se multiplicará la demanda de minerales como el cobre para 2040.
Con esto no fueron pocos los bancos de inversión que se aventuraron en mejorar considerablemente las perspectivas para el metal. Goldman Sachs debe ser de los más recordados al señalar que el cobre sería el nuevo petróleo ante la importancia que tendrá en la transformación energética, calculando un precio de US$ 6,8 la libra para el 2025.
En el corto plazo
En las últimas jornadas las materias primas han registrado un fuerte salto. Y es que tras varios días de feriados China volvió al ruedo intensificando las compras.
Pero también hay factores locales que están ayudando al precio del metal. Por un lado la discusión de un royalty minero, que implicará mayores costos de producción, es visto por el mercado como una piedra en el zapato para realizar nuevos proyectos, por lo que la oferta se verá más presionada para cumplir con la fuerte demanda esperada.
"Esto, como mínimo, retrasaría cualquier capacidad nueva, extendiendo el prolongado período que demora poner en marcha una nueva mina", dijo Grant Sporre, analista de Bloomberg Intelligence. "La producción de Chile podría comenzar a disminuir a 5 millones de toneladas".
Por otro lado, el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, indica que el riesgo de abastecimiento producto de las restricciones sanitarias en los países productores como Perú y Chile "ha generado un escenario de escasez de corto plazo del mineral, tanto en concentrados como en refinados". Además, agrega, la depreciación del dólar durante las últimas semanas ha impulsado el valor de los commodities, provocando que varios inversionistas ingresen a este mercado.