Con la intención de poder promulgar la ley cuanto antes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, comentó este lunes la decisión del Gobierno de reponer la tramitación del veto presidencial a la reforma laboral, tras desechar la vía de una reforma constitucional.
En esa línea, Valdés dijo que el veto comenzará a ser tramitado a la "brevedad" y que él "habría preferido, por lejos, llegar a un acuerdo, tener una reforma constitucional y pactos de adaptabilidad".
"Habría quedado más tranquilo en otro escenario, pero para eso necesitábamos el concurso de la oposición y no lo tuvimos”, aseguró tras el comité político el jefe de las finanzas públicas.
La tramitación del veto ocupó buena parte del comité político de la Nueva Mayoría. Según la presidenta del PS, Isabel Allende, "nos comprometidos a través de una discusión inmediata y queremos sacarla lo antes posible".
"No pienso renunciar"
Por otro lado, Valdés descartó que pase por su cabeza alejarse del Gobierno tras la decisión: "No, no pienso renunciar. Estoy trabajando fuerte, no tendría por qué renunciar tampoco por el veto".
Una vez que se conoció el fallo del TC, indicó "pusimos mucho esfuerzo con el ministro Eyzaguirre, la ministra Rincón, incluido el ministro Díaz, en tratar de encontrar una salida con la coalición y con la oposición. En la coalición encontramos bastante apoyo (…) pero no logramos lo mismo con la oposición y por lo tanto no se puede hacer". "Si no se puede hacer, bueno, hay que ya cerrar este capítulo y moverse a nuevas cosas", añadió.
Junto con esto, Valdés se refirió a la inédita reunión que sostuvo anoche en su residencia con miembros del gabinete.
Si bien el ministro reconoció que la cita "no es habitual, tampoco es tan inusual. El comité económico nos juntamos semanalmente y había muchas ganas de juntase con el comité político y por razones de agenda lo hicimos ayer en la tarde".