Un recorte de 0,3 puntos porcentuales aplicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) a la proyección de crecimiento de la economía chilena para este año y la dejó en 2,9%, según el informe semestral Panorama Económico Mundial.
En noviembre pasado, el organismo había estimado una expansión 3,2% para el Producto Interno Bruto (PIB) chileno en 2015. Para el próximo año, en tanto, la proyección se mantuvo sin cambios en 3,7%.
Según explicó la Ocde, "la larga etapa de una economía impulsada por el sector minero ha finalizado, y el abaratamiento de los precios del cobre y una menor demanda de China han reducido los márgenes del comercio, los negocios, la confianza y la inversión", consignó la agencia EFE.
Pese a esto, para 2015 y 2016 se prevé un avance gradual respecto al año pasado. Esta recuperación, se debe a un mayor consumo público, y se verá reforzada posteriormente por una mayor demanda de bienes industriales procedente de Estados Unidos y de Europa.
El organismo aseguró también que a medida que la baja de los precios del petróleo se refleje en la economía de las familias, el consumo privado contribuirá al crecimiento económico del país.
Asimismo, se refirió a los efectos de la caída de los precios del cobre, explicando que el país está muy expuesto a los condicionantes externos, por lo que dejó claro que el crecimiento dependerá principalmente de la aplicación del ambicioso plan de reformas del gobierno.
Las expectativas para el mundo
En el ámbito internacional, la Ocde también rebajó sus previsiones de crecimiento para 2015 y 2016 a 3,1% y 3,8%, respectivamente, frente al 4% y 4,3% que vaticinaba anteriormente, y subrayó la importancia de aumentar las inversiones para estimular la economía mundial.
"El primer trimestre de 2015 registró el crecimiento más débil desde la crisis", explicó la organización, destacando la "fuerte caída" del PIB en Estados Unidos y el freno más importante de lo previsto de la economía china.
"El crecimiento mundial debería reforzarse en 2015 y 2016 pero seguirá siendo modesto en relación al periodo previo a la crisis", afirmó.
Para Estados Unidos, prevé ahora un aumento del PIB de 2% en 2015 y de 2,8% en 2016, frente al 3,1% y al 3% estimados en las anteriores previsiones.
Después de haberse contraído en el primer trimestre, precisó la Ocde, la economía estadounidense debería volver a crecer gracias a las "condiciones monetarias alentadoras", "precios de la energía más bajos" y el "aumento del patrimonio de los hogares", aunque la subida del dólar y la caída de las inversiones en el sector de la energía suponen un riesgo.
En China, la organización proyectó un crecimiento del 6,8% en 2015 y de 6,7% en 2016 (frente al 7% y al 6,9% de las previsiones anteriores), un freno con relación a las tasas de crecimiento de los últimos años.
"En la zona euro y en Japón, la actividad tendrá el apoyo de los precios más bajos del petróleo, la depreciación de las divisas y de las medidas monetarias", indicó.