Una transición nutricional que vive el país. Así define el análisis liderado por los investigadores Ricardo Nazer, Daniel Morales y Juan Navarrete, con apoyo de Conicyt, sobre el consumo de alimentos de los chilenos en las últimas décadas.
Es así como el estudio evidencia de un aumento en el consumo de lácteos. Si bien en la década de 1990 era de 134 litros per cápita al año, en la del 2010 alcanzó los 160 litros por persona al año, siendo uno de los mayores de la región, según replicó El Mercurio.
Asimismo, el consumo de las carnes que se mantuvo estable hasta inicio de los noventa, su ingesta logró dispararse, influenciado por el pollo y el cerdo, que representa cerca del 80% del total de consumo de carnes.
De acuerdo a los autores del estudio, la ingesta de pollo creció más de 20 veces desde 1930 a la fecha, mientras que la de cerdo experimentó un alza de 400% en igual periodo.
Entre las razones del aumento del consumo se explica por un mayor PIB per cápita, un mayor ingreso familiar, menores costos de producción y cambios culturales.
Por el otro lado, desde la década de 1930 hasta inicios de los 90, una persona comía 26 kilos de legumbres al año, y ahora - en la actualidad - solo existe un consumo de tres kilos por persona anualmente.