La Unión Europea fue precursora en energías renovables, pero en la actualidad ha sido superada por China. ¿Quiere cambiar esto la UE? El desarrollo de energías renovables avanza a nivel mundial. Sobre todo la energía solar y la eólica experimentan un marcado auge y se encuentran en condiciones de competir con las energías fósiles.
Según datos de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) sus costos seguirán bajando: los de la energía fotovoltaica hasta en un 50 por ciento aproximadamente en promedio global en los próximos 3 años. "Esta nueva dinámica indica un cambio significativo del sistema energético”, afirmó Adnan Amin, Director General de IRENA, en la presentación del informe actual sobre dinámica de costos, en Abu Dabi.
"La decisión pro energías renovables en la producción de electricidad no es sólo ecológica, sino sobre todo, una inteligente decisión económica. Gobiernos de todo el mundo reconocen este potencial e impulsan los sistemas energéticos pobres en dióxido de carbono”, dijo.
China asume el liderazgo de Europa en energías renovables. China avanza a pasos agigantados en las tecnologías del futuro, y desarrolla energía solar y eólica como ningún otro país del globo. "China toma este liderazgo, ya que reconoce las enormes posibilidades del mercado y las ventajas económicas”, afirma la economista especializada en energía Prof. Claudia Kemfert, del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW, por sus siglas en alemán), que a su vez asesora al gobierno alemán desde el Consejo Consultivo sobre el Medioambiente.
Según datos de Bloomberg New Energy Finance, China invirtió en el último año 133 mil millones de dólares en energías renovables, tanto como nunca antes. Más de la mitad de ello en energía solar. De acuerdo a la Administración Nacional de Energía de China (NEA, por sus siglas en inglés), en 2017 se han instalado en el país centrales fotovoltaicas con una capacidad de 53 gigavatios, más de la mitad de la capacidad mundial. Alemania, pionera en su día en energía fotovoltaica, ha montado, según estimaciones, apenas 2 gigavatios en 2017.
Con su política de crecimiento China ha reemplazado claramente en la actualidad a Alemania y a Europa como líder en energías renovables. Las inversiones de Europa además se han reducido constantemente desde 2011 y, según Bloomberg New Energy Finance, entre 2011 y 2017 han bajado a menos de la mitad, hasta los 57 mil millones de dólares.
"La UE tuvo hasta 2011 un claro rol de liderazgo. Debido a fallas políticas propias, lo ha entregado”, sostiene Hans-Josef Fell, Presidente de Energy Watch Group. "Se hizo una política para proteger la economía de la energía atómica, del carbón, del petróleo y del gas natural, contra las energías renovables.” ¿Puede recobrar terreno Europa? "Yo quiero que Europa sea líder en la lucha contra el cambio climático”, sostuvo el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el último año y respaldó claramente el Acuerdo de París sobre cambio climático.
El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los Estados miembro discuten intensamente en la actualidad las medidas necesarias en el marco de un extenso paquete de leyes bajo el título: "Energía limpia para todos los europeos”. La propuesta de la Comisión Europea prevé, entre otras cuestiones, que la cuota de energías renovables en relación al consumo total de energía ascienda al 27 por ciento en 2030. Según datos actuales de Eurostat la misma se ubicó en el 17 por ciento en 2016.
La última semana, el Parlamento Europeo votó elevar la proporción de energías renovables hasta por lo menos el 35 por ciento. Decisivo para el futuro de las renovables en Europa es, según la estimación de los expertos, la existencia sobre todo de un mercado interior dinámico. "Europa y en particular Alemania han perdido en fotovoltaica el liderazgo tecnológico”, afirma Matthias Buck, experto en energía de la UE del think tank Agora Energiewende. En energía eólica, en cambio, la industria de Europa está adelante y en energía eólica marina algunas empresas son incluso líderes en el mercado mundial.
El problema principal del sector es que los mercados en Europa se estancan o retroceden, sostiene Stefan Gsänger, Secretario General de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA, por sus siglas en inglés). "Ahora en Europa tenemos las inversiones más bajas desde hace más de una década. Bajo estas condiciones los empresarios evidentemente no pueden invertir ni en masa ni en innovaciones tecnológicas. Como consecuencia la innovación se da en otro lugar”.
Si Europa "quiere disputar seriamente el liderazgo, entonces la UE debería aspirar como mínimo a una meta del 50 por ciento de energías renovables en relación al consumo total de energía en 2030”, considera Gsänger. Europa podría, según entienden los expertos, recuperar su liderazgo en tecnología con la modificación global de los sistemas de energía. "Pero para eso sería necesario adaptar las condiciones marco de manera tal que las energías renovables no se vean perjudicadas en su crecimiento. El sector podría vivir un auge si no se lo frena”, afirma Kemfert.
Una dinámica ampliación de las renovables en Europa como en años anteriores sólo sería posible, sostienen los expertos, con la abolición de las viejas tecnologías: "Mientras se apoyen las energías fósiles y las centrales nucleares, no habrá suficientes mercados ni pedidos de las nuevas energías”, grafica Fell el problema europeo. Sin correcciones, dominará China La ampliación de las energías renovables resulta para China más sencilla que para Europa, ya que en aquel país el consumo de energía aumenta de manera permanente. "Allí se invierte en nuevas capacidades, sin necesidad de sacar de circulación capacidades fósiles o nucleares”, explica Julian Schorp, de la Cámara Alemana de Industria y Comercio en Bruselas.
"En Europa existen, por el contrario, capacidades excedentes y el consumo de energía, según normas de la UE, debe incluso bajar. De manera que las energías renovables tienden a desplazar del mercado a otras centrales”. Para una marcada extensión de las energías renovables con el correspondiente mercado interno en Europa falta la "decisión política”, enfatiza Rainer Hinrichs-Rahlwes, experto en energía de la UE de la Asociación Nacional de Energías Renovables (BEE, por sus siglas en alemán).
"Para que Europa tenga la posibilidad de tener un rol de liderazgo en la transición energética” y pueda hacer "una contribución medianamente razonable a la lucha contra el cambio climático, los jefes de Estado y gobierno” deberían "hacer un esfuerzo conjunto para crear y mejorar las condiciones marco necesarias”. Por una rápida transición aboga además, para Hinrichs-Rahlwes, el criterio económico: "Los costos bajan de manera rápida y las tecnologías están suficientemente maduras. Salvo cuando a través de subvenciones se favorecen las energías fósiles y nucleares, el viento y el sol son prácticamente en todas partes las formas de energía más económicas. Por lo tanto, la sensatez requiere acabar de una vez con las subvenciones directas e indirectas a la energía fósil y nuclear.
La economista especializada en energía Kemfert aconseja a la política europea una transición energética "valiente” en todos los sectores, "no sólo en electricidad, sino también en relación al alejamiento de la gasolina y el diésel hacia la electromovilidad y la energía renovable para edificios”. Sin embargo, Kemfert teme que "como hasta aquí, se darán pasos pequeños, e incluso, dos pasos hacia adelante y tres para atrás”. Si Europa no corrige su rumbo en la materia, "China continuará demostrando cómo se hace para dominar el mercado”