La jornada bursátil del jueves no comenzó de la mejor forma para los inversionistas. China anunció una nueva forma de contabilizar a los contagiados por el coronavirus, como también a los muertos que ha dejado la enfermedad. Así, la nueva metodología ha disparado el número de nuevos afectados a 14.840, y el de fallecidos ha aumentado en 242 sólo en las últimas 24 horas.
Con estas cifras, los inversionistas se repliegan de la renta variable luego que en los últimos días presentara una recuperación con la toma de confianza que la epidemia estaba alcanzando su peak.
De hecho, el banco de inversión suizo, UBS señala en un informe matutino que "informar la realidad con mayor precisión solo importa económicamente si cambia los niveles de miedo".
Así, el día comenzó con una caída generalizada en Asia y del cual se contagió Europa y muy probablemente Wall Street se acoplara a este escenario.
En Asia los retrocesos estuvieron liderados por el CSI 300 de China continental que cayó un 0,62%. El Hang Seng de Hong Kong retrocedió un 0,34% y el Nikkei de Tokio se hundió un 0,14%.
Mientras tanto, en el Viejo Continente la situación no es muy distinta e incluso el derrumbe es aún mayor en estos momentos. El más golpeado en Europa por ahora es el FTSE 100 de Londres que se repliega 1,50%. El Euro Stoxx 50 cede un 1,14% y el DAX de Francfort pierde un 1,02%. El CAC 40 de París se desmorona un 0,93% y el IBEX de Madrid lo hace en un 1,16%.
Esto ha repercutido en el euro, ya que el dólar se refuerza una vez más frente a la divisa europea que se cotiza en US$ 1,08, su valor más bajo en los últimos de tres años.
Los futuros de Wall Street auguran que no será una buena sesión, ya que tanto el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq presentan valores negativos.
No obstante, el salvaguarda del mercado estaría puesto en Estados Unidos, pues se conocerán datos macroeconómicos que son el IPC y el desempleo semanal, pudiendo relativizar las pérdidas.