El ministro de Hacienda, Mario Marcel, planteó que el mecanismo que utiliza el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) es “un poco rígido”, aseguró que a veces hay “funcionarios que se les pasa un poco la mano”.
Sus palabras llegan luego de que el Gobierno de Gabriel Boric removiera de su cargo al director regional del SEA de Antofagasta, que rechazó hace una semana un proyecto de almacenamiento de energía de la empresa Colbún que se emplazaría en Taltal, región de Antofagasta.
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En conversación con radio Pauta, el ministro Marcel evitó emitir un juicio por el caso particular de Colbún en Antofagasta, pero se refirió al mecanismo de los servicios de evaluación ambiental.
“Es un mecanismo un poco rígido, en el sentido de que cuando se detecta un problema se rechaza un estudio de impacto ambiental, cuando uno lo que buscaría es que se trate de corregir ciertos problemas para que el proyecto siga adelante cumpliendo con las obligaciones o con los estándares ambientales que el país ha establecido”, dijo el ministro Marcel.
“También ocurre que a veces hay funcionarios, unidades, etcétera, que se les pasa un poco la mano en este procedimiento”, agregó.
Colbún suspende proyecto que significaba una inversión de US$1.400
La compañía eléctrica Colbún, controlada por el grupo Matte, suspendió el desarrollo del proyecto Central de Bombeo Paposo, luego que el SEA de Antofagasta rechazara un recurso de reposición presentado por la compañía y mantuviera el término anticipado del procedimiento de evaluación del proyecto.
El SEA consideró que el proyecto de Colbún “carece de información esencial que permita descartar si éste genera o presenta alguno de los ECC (efectos, características o circunstancias) contemplados en los literales b) y c) del artículo 11 de la Ley N° 19.300, y la falta de la misma, además, no es susceptible de ser subsanada mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones”.
“El SEA Antofagasta termina concluyendo a este respecto que la incorrecta determinación del AI (Área de Influencia) y caracterización de los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos que desarrollan en aquel lugar sus actividades, no permite identificar los impactos del proyecto, así como tampoco calificar según su extensión, magnitud y duración”, decía la resolución del SEA.
