La deuda total de los hogares se expandió 7,3% real anual durante el segundo trimestre del año, algo inferior al crecimiento de años anteriores, señaló el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) que publica el Banco Central en diciembre.
La desaceleración se produjo porque los créditos de consumo crecieron menos. Si a inicios de año se expandían en torno a 6,8% anual, entre abril y junio sólo lo hicieron a un ritmo de 4,8%. La banca fue la que más restringió el otorgamiento de este tipo de préstamos, pasando de un incremento de 7% a 4,4%, y el segmento no bancario también redujo las colocaciones de 3,2% a 2,2%.
Llama la atención que dentro este subsector (el no bancario), las casas comerciales escaparon a esta tendencia al pasar de un alza de 6,5% a 7,3%. Lo que coincide con observaciones de fuentes del comercio que señalan que si bien las ventas han tendido a disminuir, no ocurre lo mismo con el crédito.
Aunque el ritmo ha tendido a decrecer, el endeudamiento de los hogares subió a 59% en el primer semestre respecto del mismo período de 2013, debido a que la deuda hipotecaria se aceleró de 9,0% entre abril y junio del año pasado a 9,4% en igual lapso de 2014.
La Encuesta de Crédito Bancario (ECB) de junio y septiembre de este año da cuenta de que los bancos se mostraron más cautos a la hora de ofrecer créditos de consumo. También pusieron más condiciones a sus clientes cuando otorgaron préstamos hipotecarios, pero las nuevas limitaciones se levantaron entre el primer y segundo trimestre del año.
De hecho, “los créditos con más de 80% de financiamiento han disminuido a favor de aquellos entre 70% y 80% de financiamientos”, enfatiza el IEF. Esto significa que se le exige a quien quiere comprar una vivienda un mayor ahorro. Esta cifra es un poco inferior a lo demandado por la banca entre 2005 y 2008.