"No podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas, porque después vamos a estar lamentando que la gente se muera de hambre".
Así lo afirmó este jueves, el gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago, Carlos Soublette, al abordar las medidas que alista el comercio para volver a abrir sus puertas en las próximas semanas.
En una entrevista con Emol, el dirigente gremial adimtió que el tema "es muy complejo, y yo sé que nadie va a decir lo contrario: hay que poner la salud delante de la economía, pero la economía también trae salud, y una economía destruida también va a traer problemas de salud muy profundos".
Y es que, como adelantó ayer T13, la Cámara de Comercio alista un protocolo para la reapertura de locales que han debido cerrar producto del Coronavirus, lo que -explican- amenaza miles de fuentes de trabajo.
El protocolo, sin embargo, contempla reglas mucho más estrictas, y acorde a lo establecido por la autoridad sanitaria para asegurar el distanciamiento de al menos un metro entre las personas. Entre ellas, habrá un chequeo de entrada y salida, por lo que las personas no podrán realizar paseos eternos al interior de los mall, por dar un ejemplo.
En el caso de los restaurantes, la idea es disponer de menos mesas por local para asegurar el distanciamiento. En cuanto al rubro de la construcción, una de las opciones es implementar "túneles sanitarios" en las obras.
Consultado respecto de las medidas, Soublette, afirmó a Emol que "el mundo ideal sería que la autoridad de salud dijera 'sí, este es el protocolo y si alguien opera con todo tiene nuestro sello'".
"Pero creo que eso es muy difícil, porque el objetivo de la autoridad de salud no es que operen los centros comerciales, su objetivo es que no muera gente, entonces la verdad es que van a hacer todo lo posible para lograr el objetivo que ellos tienen", admitió.
Con todo, el líder de la Cámara de Comercio planteó que "no hay un acto de la autoridad para que hayan cerrado los malls (...). Los centros comerciales cerraron por un acuerdo con las autoridades, por la presión de los sindicatos, la presión de los clientes y sus trabajadores que estaban preocupados por la situación de salud. Eso fue un acuerdo totalmente voluntario".
Finalmente, el dirigente gremial planteó que se debe lograr hacer funcionar el comercio durante los próximos meses y que en este tipo de materias la posición del gobierno "no puede ser blanco y negro".
El enfoque del dirigente gremial capitalino va en línea con un debate que se ha instalado tanto en Chile como en otras partes del mundo. Hace dos semanas, The Economist planteó la disyuntiva sobre qué era más adecuado: si continuar con medidas de confinamiento severas, que golpeaban el empleo y el crecimiento, o reabrir la economía, sobre todo si es que nadie realmente puede asegurar que la tasa de mortalidad va a poder controlarse. Esta semana, en tanto, The New York Times relató a través de testimonios, el miedo de los migrantes en el Golfo Pérsico. “No le tengo miedo al coronavirus. Me temo que moriremos de hambre”, dijo uno de los tantos trabajadores que compartían pieza en la zona.
En Chile el punto ha sido planteado por el socio de Larraín Vial José Manuel Silva, quien en entrevista con Pulso auguró que “en los próximos meses se va a producir una discusión muy grande, porque no podemos seguir parando la economía, debemos tomar riesgos, y eso significa que va a morir gente”. Días antes, el consejero de la SNA, Andrés Montero, había señalado en una carta que “no se trata de poner la economía por sobre la salud, sino que de afirmar la economía con prudentes decisiones para respaldar mejor los programas preventivos y paliativos de esta horrible pandemia, donde la histeria colectiva constituye el principal enemigo de la salud de los chilenos”.