Las sombras sobre el fin del "roaming" en la Unión Europea
De ahora en adelante ya no habrá tarifas de itinerancia en la UE. Bruselas celebra este gran paso que beneficiará a los consumidores. Sin embargo, hubo grupos de presión que claramente pretendieron debilitar esta medida.
¿Hablar por teléfono en toda la Unión Europea sin costos extra?
Algo que es considerado una victoria para la Unión Europea, una señal de que Bruselas se impone frente a las empresas de telecomunicaciones en defensa de los consumidores.
Al final, el mundo necesita leyes multinacionales para limitar el poder de las grandes empresas. No obstante, organizaciones defensoras del consumidor creen que las mismas empresas cuyo poder ha sido limitado han hecho que los efectos de las nuevas leyes no sean tan amplios como deberían ser.
Las tarifas de itinerancia o roaming son las tasas que paga una compañía telefónica a otro operador cuando sus propios clientes utilizan otra red, algo normal al llamar por teléfono móvil en el extranjero.
Para ponerle fin a este costo en toda la Unión Europea tuvo que pasar una década de negociaciones; hubo compromisos, retrasos y otra vez nuevas negociaciones. La entrada en vigencia de esta nueva regulación significa que las llamadas y el uso móvil de Internet en otros países de la UE no serán más caros que en el país de origen.
La reforma es un hito en la protección al consumidor europeo. El diario alemán Tagesspiegel, por ejemplo, habla de un "triunfo de la UE.
Con esta decisión, Europa demuestra que puede cambiar la vida diaria de las personas para mejor. Alrededor de 500 millones de consumidores se verán beneficiados".
¿Realmente la misma tarifa? Pero lo que parece fantástico a primera vista, en realidad tiene varios inconvenientes. En primer lugar, las compañías telefónicas pueden continuar limitando el uso de conexiones móviles de alta velocidad en el extranjero.
Además, las empresas pueden seguir decidiendo en qué países europeos no comunitarios hay que seguir pagando costes de itinerancia. Para algunas esto incluye, por ejemplo, Suiza, Mónaco, Andorra o San Marino, mientras que para otras empresas de telefonía, no.
Esto significa que las personas que viajen a estos países, primero tienen que informarse qué red pueden utilizar en el lugar.
De acuerdo con Susanne Blohm, de la Federación alemana de Consumidores, las nuevas reglas son innecesariamente complicadas: "Una de las principales críticas es que las llamadas al exterior no se contemplan en esta regulación.
Es decir, si voy a España de vacaciones con mi tarifario de telefonía móvil alemán, pagaré allí lo mismo que en mi país para llamadas a Alemania. Pero puede suceder que llamar al extranjero desde Alemania sea más caro.
Por ejemplo, puede pasar que, paradójicamente, llamar a Polonia desde España sea más barato que llamar desde Alemania a Polonia, a pesar de estar en mi país. Esto confunde realmente a los consumidores".
Guillermo Beltra, de la Organización Europea de Consumidores, conoce el problema muy bien: "En la mayoría de Estados miembro, las llamadas internacionales son claramente caras y la eliminación de las tarifas de roaming no cambia eso”.
Según Beltra, la UE estaría en renegociaciones con la compañías telefónicas y se estaría considerando dar una solución a este problema.
La influencia de los grandes Que los consumidores hayan tenido que esperar diez años para esta reforma, se debe a una lucha de poder complicada de las empresas de telecomunicaciones sobre la nivelación de las tasas que mutuamente se ofrecen por el uso de sus redes.
Aquí es donde las grandes empresas, en especial la española Telefónica y la alemana Deutsche Telekom presionan a la Comisión Europea.
Sin embargo, la nueva regulación es, en opinión de Beltra, "una gran victoria para los consumidores", incluso aunque las grandes corporaciones han hecho todo lo posible para retrasar la reforma.
Además, prosigue, estas empresas también se beneficiarán con esta nueva regulación: "La reforma da inicio a una nueva era de uso sin problemas en su conectividad. Algo beneficioso en estos tiempos para los involucrados en este rubro de negocios, ya que la UE solo se ha asegurado de que la demanda de conectividad no tenga barreras"