El temor más grande con el que despertaron hoy los socios comerciales de Estados Unidos, es respecto a qué sucederá con la política comercial del país, luego que Trump dijera que negociará con sus socios uno a uno y de tal forma que favorezca a Estados Unidos.
Pero cualquier acuerdo no es llegar y darlo por terminado. Todos tienen cláusulas de negociación que pueden tomar varios meses e incluso años.
Lo más lógico para algunos negociadores es que Trump haga algunas cosas emblemáticas como por ejemplo “corregir” el North American Free Trade Agreement (Nafta), que es el acuerdo comercial que tiene con México y Canadá desde 1988 para crear una zona de libre comercio, con un costo reducido para el intercambio de bienes entre los tres países.
Ese acuerdo será probablemente el primero que será revisado, dadas las declaraciones que ha hecho Trump, respecto a que han perjudicado a los americanos en beneficio de sus socios comerciales.
También podría derogar algún otro acuerdo, pero eso dependerá de los análisis que se hagan respecto a cuáles son los que tienen un mayor perjuicio para los americanos.
¿Y cómo afecta a Chile?
Esta mañana el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que es muy pronto para evaluar cursos de acción. Aclaró que el 13% de las exportaciones de Chile van a ese mercado y que es mucho más relevante lo que pase en Asia.
Frente a la posibilidad de revisión de los tratados, como el TLC que firmó Chile con Estados Unidos, Valdés señaló que hay que esperar a ver cómo decanta la información de la política internacional de Estados Unidos. “Cuando hay acuerdos son para respetarlos, a veces esos mismos acuerdos tienen cláusulas para revisiones y habrá que ver caso a caso cuál es el tema. Eso habrá tiempo para discutirlo, tendremos que conversar con el ministerio de relaciones exteriores y formarán un equipo si es que se da el tema. Pero creo que es muy pronto”.
¿Puede pasar algo en el TLC con Chile? Especialistas y expertos negociadores señalan que la realidad chilena es bien distinta, partiendo por nuestro tamaño de mercado. En buen chileno, es probable que seamos los últimos en la lista a la hora de tener que revisar el acuerdo, por lo cual no se vislumbra un mayor efecto a corto plazo.
Donde sí las cartas están abiertas es en lo que sucederá con el Trans-Pacific Partnership (TPP), el polémico acuerdo comercial promovido por Estados Unidos, y que involucra a Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile.
El acuerdo se cerró el año pasado y estaba en etapa de aprobación por parte de los países miembros. El acuerdo fue anunciado en Chile con promesas de altos beneficios para nuestra economía, lo cual queda ahora en duda, dado que se ve difícil que Estados Unidos lo apruebe.
Ello sólo ocurriría si el presidente Obama toma una decisión política de jugarse su último cartucho e impulsar que el Congreso estadounidense lo apruebe este año, antes del 24 de diciembre… pero a estas alturas se ve improbable.
La misma suerte correrá el acuerdo que estaba negociando Bruselas con Estados Unidos, el TTIP. Y es que el triunfo de Trump repercutirá fuertemente en las relaciones con la Unión Europea, en materia geopolítica y económica.
Veamos esto último. En el gobierno de Obama, ambos bloques se sentaron a negociar un acuerdo de libre comercio, pero desde que partió Trump su campaña de proteccionismo económico hace prever que las negociaciones quedarán en el congelador.