El consenso del mercado, e incluso el mismo Banco Central, pensaba que el Presupuesto para el año 2017 elevaría el gasto en un 3%. Por tanto, anoche cuando la Presidenta de la República indicó que sería 2,7%, lo primero que se vino a la mente es que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, es el ganador de la que se ha había estimado que sería “la madre de las batallas”. O, al menos, ha sacado ventajas en el inicio de ésta, porque se vienen dos meses complicados de discusión en el Congreso, donde los ánimos estarán crispados de quienes querían que la cifra fuera más elevada.
Pero con estas cifras, se despejan las dudas sobre el nivel de influencia que tiene el jefe de las finanzas públicas en la Presidenta Bachelet. Ahora le queda una etapa dura en que deberá enfrentar a una Nueva Mayoría, donde hay varios congresistas de sus huestes que estaban un aumento del gasto y más aún en tiempo de elecciones.
Lo que dicen las cifras
Son apenas cerca de US$ 200 millones menos que lo que se tenía presupuestado que se elevaría el gasto, pero es una tremenda señal de responsabilidad fiscal y, por tanto, un guiño para las clasificadoras de riesgo, los analistas internacionales y una muestra de que el ministro de Hacienda está empoderado en su cargo y que en La Moneda se cedió poco a las presiones.
Se trata de un presupuesto “responsable”, palabra que pronunció en varias oportunidades la Presidenta Bachelet en su discurso, que además estuvo atravesado por otros conceptos como crecimiento, creación de empleo y responsabilidad fiscal.
Economistas consultados destacan que si bien faltan muchos detalles por conocer del presupuesto, la cifra de crecimiento del gasto, muestra que se trata de un presupuesto responsable, porque un 2,7% está más cerca de la parte baja del crecimiento previsto para el próximo año.
Asimismo, destacan que se trata de un gasto austero, moderadamente expansivo, que crece apenas por sobre el crecimiento de la economía y que permite seguir con un déficit, pero respetando la regla fiscal comprometida por Valdés, y muy en línea con los bajos ingresos con que hoy cuenta el país.
Pero pese a ello, la propuesta del gobierno se hace cargo de las principales demandas que atraviesan hoy a la ciudadanía. Habrá un aumento de 10% de la Pensión Básica y el Aporte Previsional Solidarios a partir del 1 de enero del próximo año
Con ello se descomprime la tensión y se hace un guiño de corto plazo para quienes demandan pensiones más bajas, lo cual además podría tener un efecto en la imagen y baja popularidad de la presidenta.
También se hace cargo de dos temas que están en el ambiente: la capitalización de Codelco y el empleo. Además, parte del discurso se enfoca en la inversión y en poner en la agenda los temas de concesiones y vivienda.
En síntesis, Valdés partió ganando esta batalla, pero aún queda la que viene en el Congreso. Pero ya tiene a su favor la venia de la Presidenta y el mensaje hacia afuera de que este presupuesto plantea un comportamiento responsable.