General Motors anunció un plan de inversiones de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos y el traslado de parte de la producción de ejes que actualmente realiza en México a sus plantas en el estado de Michigan. Fue luego de que el futuro presidente Donald Trump criticara a las empresas del sector automotriz por producir en el exterior en vez de en el país.
Tras el anuncio de la empresa, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, se atribuyó en un tuit la creación de nuevos empleos: "Con todos los empleos que estoy regresando a EE.UU. (incluso antes de asumir el puesto), con todas las nuevas plantas de automóviles que regresan a nuestro país y con las masivas reducciones de costes que he negociado en las compras militares y más, creo que la gente está viendo 'lo grande'", escribió.
La compañía empezará a trabajar para producir los ejes de su próxima generación de camionetas "pickup" en Michigan, lo que crearía 450 empleos. Hasta ahora, ese trabajo era realizado en México. En noviembre había anunciado el despido de 2.000 trabajadores de las fábricas de Lordstown en Ohio y de Lansing en Michigan.
"A medida que el sector manufacturero estadounidense aumenta su competitividad, somos capaces de aumentar más nuestras inversiones lo que crea más empleos para Estados Unidos y mejores resultados para nuestros propietarios", explicó la consejera delegada de GM, Mary Barra.
"Estados Unidos es nuestro mercado doméstico y estamos comprometidos a un crecimiento que es bueno para nuestros empleados, concesionarios, proveedores y que apoya nuestro continuado esfuerzo para aumentar el valor de nuestros accionistas", añadió.
Por otro lado, el gigante minorista Walmart, el mayor empleador de Estados Unidos, informó que este año planea crear alrededor de 10.000 puestos de trabajo en el país.