Desde el anexo capitán Yáber, donde se encuentra cumpliendo prisión preventiva, Rafael Garay rompió el silencio. Lo hizo en una entrevista con la Revista el Sábado, que esta tarde comenzó a revelar los principales pasajes de una conversación de dos horas, donde el autodenominado economista abordó su ascenso y caída.
Garay asegura que no se siente un estafador y que "siempre" pensó que iba a lograr devolver el dinero que aceptó de sus clientes.
"Lo que pasa es que estafador es el que vive haciendo estafas. Yo me mandé una cagada, que se llama estafa, por lo tanto estafé. Pero no he tenido esa conducta antes ni la voy a tener después. Lo que tengo es un buen plan que debería funcionar bastante bien de cómo voy a devolver un gran porcentaje del dinero que queda por devolver", asegura.
Una idea que -dice- propondrá cuando pueda hablar con los querellantes. "Un plan bastante decente donde yo creo que va a mejorar todo. Ojo, yo voy a ser condenado porque yo cometí un error. Eso se llama estafa por el código penal", enfatiza.
Por otro lado, Garay se reconoce como un "adicto". "Independiente que lleve ahora 18, 19 meses sin tomar. Pero el adicto aprende a mentir, aprende a ocultar, a proteger sus instancias de consumo. Había muchas veces, por ejemplo, que yo daba una entrevista en vivo, súper exitosa en televisión a media noche, pero yo no me iba para la casa", comenta.