Felices y Forrados: La historia no contada de cómo Lorenzini construyó a Gino
Eugenio Cerda tiene 63 años, trabajó muchos años en un banco, y para la crisis del 98 perdió $25 millones de sus fondos de pensiones. Décadas después, vio en la televisión que un joven llamado Gino Lorenzini aseguraba que gracias a sus recomendaciones de cambios de fondos no solo no perdería dinero, sino que ganaría más de lo que rentan las AFP. Y entonces Eugenio decidió unirse. Total, dice al teléfono, eran dos mil pesos al mes comparado con todo lo que podía ganar. Así se sumó a Felices y Forrados.
Pero este año empezó a dudar. En agosto recibió un nuevo correo en cadena de la firma que indicaba que lo habían hecho “increíble” en sus recomendaciones y gracias a ello, si una persona tenía $20 millones de ahorro en octubre del año pasado, habría ganado fácilmente $3 millones gracias a la milagrosa fórmula inventada por Lorenzini. Pero Eugenio Cerda sacó cuentas. Revisó que efectivamente había hecho todos y cada uno de los cambios que le recomendaba la plataforma, y sus ahorros, en vez de crecer $15 millones, lo hicieron en $5 millones.
Ahí fue cuando dejó de creer, y los denunció al Sernac por publicidad engañosa. FyF respondió: la culpa de que Eugenio haya ganado menos no era de ellos, sino de las administradoras que no lo habían cambiado en el plazo legal y con ello no alcanzó a capturar la rentabilidad esperada.
Como Cerda, otros clientes también han reclamado al Sernac y el organismo decidió abrir una investigación contra la empresa. Pronto podría haber una sanción o incluso el inicio de un juicio, el primero formalmente, contra la fórmula de Lorenzini.
Construyendo una red
La red que Gino Darío Lorenzini Barrios (38 años) ha construido desde 2012 cuando partió con Felices y Forrados, llama la atención en todo el mundo financiero tradicional. Armado con un poder mediático relevante, y ahora con el respaldo de las redes sociales, la “comunidad Felices y Forrados”, como él mismo llama a sus seguidores, ha ido creciendo y fortaleciéndose con los años. Suman 700 mil seguidores en Facebook, otros 100 mil en Twitter y 2.800 en Instagram.
Pero la última jugada de Lorenzini fue de manual. Aprovechando el descontento social y la bajísima aprobación del gobierno y del Presidente Sebastián Piñera, el ingeniero comercial de la Universidad Alberto Hurtado vio una oportunidad. El Mandatario sería su objetivo. Así nacieron las triangulaciones.
En resumen -y aunque cuesta resumirlo- Lorenzini ha explicado que Piñera, su hermano José y su hijo Sebastián -pero también ha mencionado al ex presidente del BC, José de Gregorio, y al ex ministro René Cortázar, entre otros- son parte de un esquema para incumplir la ley y usar los fondos de pensiones para enriquecerse. Hasta de crímenes de lesa humanidad los acusó esta semana en un programa junto al diputado comunista Hugo Gutiérrez.
Las cifras del impacto de sus intervenciones son asombrosas. 2,4 millones de interacciones tuvo su página en Facebook solo durante noviembre, por lejos el peak de este año. Solo entre el 22 y el 28 de noviembre, sumó 38.400 personas a su página de la red social.
En Youtube, por ejemplo, la semana pasada fue lo segundo más visto en Chile, solo superado por videos de Diego Armando Maradona. Tiene 208 mil suscriptores y algunos de sus videos o transmisiones en vivo rozan las 50 mil visualizaciones.
En Twitter, donde la cuenta @felicesforrados tiene 100 mil seguidores, 34 mil son cuentas falsas.
Según ha dicho el mismo CEO y fundador, a Felices y Forrados lo siguen -y le pagan- 200 mil personas todos los meses.
El círculo de hierro
Una de las personas en las que más confía es en su hermano Roberto Lorenzini Barrios. Ingeniero civil industrial de la Universidad Gabriela Mistral, crearon juntos Loba Productos de Seguridad, sociedad en la que también participa el padre de ambos, Héctor Lorenzini Basso, quien hasta el año pasado fue el gerente general de Felices y Forrados.
Roberto Lorenzini tiene un amplio paso por Nestlé y Unilever. Hoy, según su LinkedIn, es gerente de operaciones de Chilesin, una firma que exporta artículos de seguridad y de la cual Gino fue su gerente comercial entre 2011 y 2012, justo antes de crear a FyF. Roberto Lorenzini es de bajísimo perfil, y no tiene nada de parecido del histriónico Gino.
El año pasado, la empresa comenzó un camino de profesionalización. En octubre, se trajo desde Forus al que fuera su gerente de planificación por 13 años Carlos Díaz Munizaga, y se convirtió en el nuevo gerente general de Felices y Forrados.
Otra de las contrataciones que hizo fue la del encargado de contenidos y medios digitales de Sercotec por casi 10 años, el periodista Álvaro Horta, quien desde julio de 2019 es el encargado de contenidos de FyF. Sería él quien lidera toda la estrategia digital de la plataforma, así como las diferentes apariciones en medios y redes sociales.
Para este reportaje se contactó a Carlos Díaz, quien derivó a Gino Lorenzini. Junto con adjuntar sus cartolas de AFP Capital -que darían cuenta de que sus 21 cambios de fondos realizados durante los últimos 12 meses le produjeron una rentabilidad de 7,63% versus la pérdida de 1,18% del fondo A-, dijo: “Mi respuesta oficial es que hasta que DF no publique mi cartola y pidan disculpas públicas no puedo darles ninguna declaración”. Y no dio declaraciones. DF reafirma que la información que se ha publicado sobre él y su empresa es correcta. Es más, la misma Superintendencia de Pensiones ha salido dos veces a desmentirlo.
La carrera de Lorenzini
Según el LinkedIn de Lorenzini, el trabajo en el que más tiempo ha durado ha sido Felices y Forrados. Su primer empleo, que duró poco más de un año fue en Aguas Antofagasta, luego vendría un trabajo de tres meses como auditor externo de la comunidad edificio Plaza Colón, también de Antofagasta, donde, asegura, “comprobó un desfalco documentado de más de $30.000.000”.
Y entre 2005 y 2007 trabajó para el Gobierno, como analista de mercado en Prochile. Efectivamente en la pagina de Transparencia de la Direcon aparece Lorenzini como trabajador a contrata.
Entre 2008 y 2010, Lorenzini dice que fue brand manager de Forus Safety, donde una de sus tareas era “Informar quincenalmente en directorio resultados de la compañía” controlada por la familia Swett. Consultadas fuentes de Forus niegan tajantemente que Lorenzini haya trabajado para la empresa o haya sido contraparte en algún negocio de la firma.
La única relación posible, explican las fuentes, es que durante un tiempo hubo una alianza comercial entre Forus y Vicsa, una empresa que vende implementos de seguridad, para la venta de zapatos industriales que eran proveídos por una de las marcas de Forus. Además, se le vio una vez en el directorio de la compañía dando un reporte de ventas. De ahí a informar quincenalmente, como dice la red social, dista bastante de la realidad, apuntan desde la firma de los Swett.
Más tarde, trabajó en la gerencia de retail de Lippi por 10 meses. Allí dejó una buena impresión de sus capacidades.
Desde ahí dio el salto a Felices y Forrados, donde, afirma en LinkedIn, gestionan indirectamente más de US$6.000 millones. “El 95% de nuestros usuarios está satisfecho con nuestro servicio”, apunta Lorenzini en la plataforma.
Quienes lo conocen dicen que destaca siempre por su forma convincente de hacer y decir las cosas. “Si discutes con Gino, aunque esté equivocado te va a hacer sentir que el equivocado eres tú”, dice alguien que trató con él alguna vez.
Asimismo, y lo que revela rasgos de su personalidad es que “se cree el cuento”. Para eso estudia constantemente discursos y formas de hacer más cercana la economía al ciudadano común. De ahí que su amistad con Franco Parisi sea tal. Él, dicen conocedores, es un inspirador para él por su rol de acercar las finanzas a la gente.
Nadie lo puede pillar
Según ejecutivos de la industria financiera, desde su creación en 2012 Lorenzini y la empresa Felices y Forrados estarían en la mira de autoridades regulatorias. La situación ha aumentado estas semanas. El problema es que al no ser regulado en ninguno de sus negocios, es prácticamente imposible investigarlo.
En 2012, según dio cuenta La Segunda, un oficio reservado enviado por la Superintendencia de Pensiones ordenó el cierre de la página web por hacer asesoría previsional sin tener las autorizaciones respectivas. Dicha orden no se cumplió. Consultados en la Superintendencia de Pensiones, declinaron responder.
En el mercado varios asumen que el negocio de Lorenzini -quien según dijo a Pulso en mayo de este año maneja un patrimonio personal de $1.300 millones-, es comprar divisas y hacer “pasadas” con el precio. El tema es que podría estar ejecutando las órdenes antes de hacer sus recomendaciones masivas de cambios de fondos y con ello quedarse con el spread del tipo de cambio al proponer pasarse del fondo E al A, es decir, desde un fondo intensivo en valores en pesos, hacia uno en dólares.
En el Banco Central lo saben, en la Comisión para el Mercado Financiero también, y hasta en el Servicio de Impuestos Internos las alertas están encendidas, pero no han podido intervenir por no ser un sujeto regulado. Tampoco fue posible saber si el Ministerio Público tiene alguna causa abierta en contra de Lorenzini o su esquema.
El miércoles en la madrugada, Lorenzini explicó en un video que había sido hackeado, que su computador se fue a negro justo cuando estaba trabajando. Y también acusó que los grandes medios no dicen que ha recibido amenazas. En todo caso, y con un “guichipirichi” de por medio, afirmó que todos sus datos están respaldados en la nube.
“Están desesperados, los tenemos tras las cuerdas. Nosotros vamos a seguir avanzando, tranquilos, y cuando menos se lo esperen, seguiremos avanzando en las distintas estrategias”, disparó Lorenzini en un video de siete minutos subido a las 00:49 horas del miércoles.