Bloomberg
Las recientes fluctuaciones de Bitcoin han dado más urgencia a una cuestión que obsesionó a los observadores del mercado durante buena parte del año pasado: ¿La criptomoneda caerá como una de las burbujas más infames de la historia, junto con la manía de los tulipanes y la locura de las punto-com?
La magnitud del auge de Bitcoin (antes de que se desplomara 48 por ciento desde su máximo del 18 de diciembre) indica que se justifica que los inversores estén preocupados.
Como muestra el gráfico, el aumento de casi 60 veces de la criptomoneda durante los tres últimos años fue verdaderamente extraordinario. Hizo palidecer el avance del Índice Compuesto Nasdaq en los momentos más estimulantes de los años 1990. Remontándonos más atrás, superó cómodamente las burbujas del Misisipi y los Mares del Sur en el siglo XVIII. Hasta fue mayor que la locura de los tulipanes holandeses alrededor de 1630, pero esta última comparación debe tomarse con pinzas dada la escasez de valores de tulipanes registrados. (El gráfico incluye los precios de una sola variedad; no hay disponibles cifras consistentes posteriores al pico máximo.)
Los alcistas dicen que el auge de Bitcoin no ha terminado y que para analizar el mercado hace falta más que medir los aumentos de precio. Si bien la reciente caída alarmó a algunos inversores, la criptomoneda repuntó de varios desmayos anteriores superando el 50 por ciento. Si Bitcoin de veras se convirtió en una forma ampliamente aceptada de oro digital, como predijo Cameron Winklevoss, famoso por Facebook, podría tener mucho más margen para subir.
Hay, por otra parte, más de una manera de desglosar una recuperación. Sobre una base anual, el avance de tres años de Bitcoin fue más lento que los aumentos vistos durante varias de las manías más grandes en la historia –especialmente las burbujas del Misisipi y los mares del Sur-.
Los escépticos abundan, empero. Howard Wang de Convoy Investments LLC con sede en Nueva York y Jeremy Grantham de GMO LLC analizaron el avance de Bitcoin en relación con frenesís anteriores y llegaron a la conclusión de que es insostenible. Grantham, que colabora en la gestión de US$74.000 millones como estratega jefe de inversiones de GMO, resumió sus temores en una carta a los inversores fechada el 3 de enero:
“No poseer un valor fundamental claro y tener mercados en gran medida no regulados, sumado a una historia de delirios de grandeza, hace que esto constituya, más que nada de lo que podemos encontrar en los libros de historia, la esencia misma de una burbuja”, escribió.
El estratega tiene un historial ambivalente de éxito con estas advertencias. Si bien Grantham acertó cuando en los años 1990 calificó de burbuja un aumento de las acciones de tecnología, salió demasiado pronto y se perdió algunas de las mayores alzas del mercado.
Sólo el tiempo dirá si Grantham y otros bajistas tienen razón, si están equivocados o si sólo es demasiado prematuro tratándose de Bitcoin.
