AFP
Dejar de invertir en energías fósiles, sobre todo en el carbón, ha dejado de ser una tendencia marginal, gracias a la multiplicación de iniciativas de grandes entidades, como bancos y fondos de inversiones.
El movimiento ha dado grandes pasos desde que unos estudiantes estadounidenses empezaron a lograr en 2008 que los fondos de inversiones de sus universidades retiraran su dinero de las energías fósiles.
Noruega aprobó en junio la retirada del carbono de su fondo soberano, el más importante del mundo, y varios países de la OCDE van a limitar su apoyo a las centrales de carbón foráneas.
Los círculos financieros también siguen la tendencia, aunque a diversos niveles. Es el caso de aseguradoras como Axa o Allianz y de los bancos BNP Paribas, Bank of America-Merrill Lynch, Société Générale o Natixis.
"El mundo financiero empieza a moverse en materia del clima", se felicitó en mayo en una entrevista con la AFP el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, que presidirá la conferencia del clima de la ONU de París, la COP21, que se abre oficialmente este lunes.
Incluso la agencia de calificación norteamericana Standard and Poor's incluye ahora el riesgo clima en sus elementos de valoración.
Los bancos se dan cuenta de que el cambio climático "empezará a ser inquietante si no se anticipa", afirma a la AFP Pierre Forestier, de la Agencia Francesa de Desarrollo.
Según él, desde hace "dos o tres años", "hay una verdadera tendencia" a la desinversión, no solamente motivada por un interés de marketing de dar una imagen ecológica, sino que está "basada a la vez en una noción de riesgo y en una noción de oportunidades (...) de posicionamiento comercial y de ventaja comparativa en el futuro".
Las oenegés Corporate Knights, 350.org y South Pole Group lanzaron un simulador de resultados. Para 13 de las 14 empresas participantes se demostró que si, hace tres años, hubiesen decidido desinvertir habrían obtenido 22.000 millones de dólares de rendimiento suplementario.
50.000 millones de USD desinvertidos
Sin embargo, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, estimó que todavía "hay que avanzar más, sobre todo en el sector bancario".
La oengé Amigos de la Tierra, que publicará durante la COP21 un balance de los compromisos de los bancos, también cree que estas entidades "todavía están lejos de responder a la emergencia climática".
Según el sitio internet de la campaña "Go Fossil Free", lanzada por 350.org, el total de desinversiones en energías fósiles en el mundo totalizó 50.000 millones de dólares.
Paralelamente, "un poco más de la mitad" de un grupo de inversores mundiales evaluados por el instituto de investigación Novethic decidieron retirar sus inversiones, según un estudio reciente.
"El movimiento se acelera puesto que el número aumentó de 34% en tres meses. [Las desinversiones] se han convertido en la práctica más extendida de los inversores movilizados contra el cambio climático", subraya el estudio, que precisa que "los fondos de pensiones son los grandes nuevos participantes".
Pero, para Forestier, las desinversiones sólo son una "primera etapa", puesto que "no se trata sólo de salir del carbón, sino de cambiar completamente y salir de una dependencia total de las energías fósiles".
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