AFP
Grecia y sus acreedores iniciaron este lunes en Bruselas una serie de encuentros, incluida una cumbre extraordinaria de la zona euro, para intentar llegar a un acuerdo que evite un "default" a Atenas, de imprevisibles consecuencias para toda la región.
Se trata de una enésima reunión en cinco meses para llegar a un consenso sobre las reformas que deberá implementar Atenas a cambio del último tramo de su rescate financiero, de 7.200 millones de euros.
"El destino de Grecia, del euro, se juega en gran parte hoy", estimó Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos, en declaraciones a una radio francesa.
"Esta vez es decisivo", insistió, declarándose optimista sobre la conclusión de un acuerdo cuando se reúnan el lunes por la noche los jefes de Estado y de gobierno de los 19 países miembros de la zona euro.
Pero el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se mostró prudente al recibir al primer ministro griego, Alexis Tsipras, y declaró que aún no sabía si habría un acuerdo entre Grecia y sus acreedores. "Se hicieron progresos estos últimos días, pero aún no se llegó" a un acuerdo. "No sé si tendremos un acuerdo hoy" (lunes), declaró Juncker.
Mucho más pesimista fue el ministro de Finanzas de Finlandia, Alexander Stubb, para quien las posibilidades de alcanzar un acuerdo con Grecia este lunes son escasas. Hay muy pocas posibilidades para hoy", dijo Stubb al llegar a Bruselas.
Tsipras se reunirá con Juncker, Christine Lagarde, directora gerente del FMI, Benoit Coeuré, miembro del directorio del Banco Central Europeo (BCE), y Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, antes de que comience una reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo seguida por la cumbre extraordinaria.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, pidió un "acuerdo global y duradero" con Grecia, y "no parcial o limitado en el tiempo".
Propuestas "con fórceps"
El domingo por la noche Atenas había hecho sus nuevas propuestas de reformas y recortes que Bruselas consideró como "una buena base".
"Nueva propuesta griega recibida por Jean-Claude Juncker, Christine Lagarde y el Banco Central Europeo. Buena base para hacer progresos en la cumbre de la zona euro", escribió en Twitter en la madrugada del lunes Martin Selmayr, jefe de gabinete del presidente de la Comisión, que agregó en alemán, su lengua materna, un proceso "con fórceps", aludiendo a los partos difíciles.
Para Tsipras, las "claves de un acuerdo" con los acreedores de Grecia, UE y FMI, se centran en que el superávit fiscal no sea "excesivo", que no se reduzcan las pensiones ni se suban las tarifas de electricidad y que se restablezca la "normalidad" del derecho laboral, según indicaron este lunes sus servicios.
"Llegamos para lograr un acuerdo viable económicamente", declaró Tsipras antes de reunirse con los acreedores.
De no recibir este tramo de 7.200 millones de euros, Grecia podría no poder hacer frente a un vencimiento de unos 1.500 millones de euros, debidos al FMI antes del 30 de junio. Caería así en situación de impago y abriría un periodo de incertidumbre para el conjunto de la zona euro.
Por otra parte, la posibilidad de una salida de Grecia de la zona euro no es ningún tabú. El sábado, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, advirtió que no se puede "conocer exactamente la reacción de los mercados y su estado de ánimo si Grecia fracasa".
Atenas y sus socios de la zona euro emprenden además esta jornada de negociaciones en medio de la inquietud por la situación de los bancos griegos, en cuyas ventanillas los retiros se aceleraron en los últimos días.
Este lunes el BCE amplió por tercera vez desde el pasado miércoles la ayuda de emergencia a los bancos de Grecia, indicó una fuente bancaria griega. El monto de esta ampliación no fue precisado.