El Chile Day fue el escenario propicio para que los accionistas de Cuprum y Provida tomaran contacto con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Fue en el almuerzo organizado por el Council of the Americas,en el que participaron 30 personas, entre ellas Susan Greenwell, vice president and head of international government and industry relations at MetLife; Roberto Walker, encargado de Latinoamérica de Principal Financial Group; Luis Valdés, encargado del negocio de Principal fuera de Estados Unidos y Ricardo Rodríguez, gerente general de Provida. Los cuatro ejecutivos, pudieron escuchar de primera fuente las impresiones del jefe de las finanzas públicas chilenas respecto a lo que pasaba con la discusión sobre el tema de pensiones.
Según explican quienes estuvieron en la reunión, Principal (controlador de Cuprum) y MetLife (controlador de Provida), plantearon sus inquietudes sobre lo que estaba pasando en Chile y los efectos que esto puede tener en las inversiones de ambos grupos financieros estadounidenses.
Indicaron a Valdés que les preocupa la discusión, que genera bastante incertidumbre, y que por lo tanto querían conocer en qué derivaría todo ello, y si cambiarían las reglas del juego.
Señalan las fuentes que Valdés evitó entrar en detalles sobre las situaciones individuales de Cuprum y Provida, que son hasta ahora las que han concentrado los mayores dardos de quienes piden que se acaben las AFP.
Valdés respondió que veía la discusión muy compleja, porque no existía un consenso en torno al cauce que esta discusión debía tomar. Reconoció que las dificultades del debate en Chile radican en la forma en que se repartirá el 5% de cotización adicional que aportarán los empleadores. De hecho, dijo que en esta materia hay posiciones muy divergentes entre los actores involucrados, lo que dificultaría lograr un consenso en la materia.
Asimismo les adelantó que si no hay un proyecto de aquí a marzo de 2017, el tema se ve difícil su aprobación durante la actual administración.