El Banco Central dio a conocer la minuta de la Reunión de Política Monetaria (RPM) de octubre, en la cual se tomó la decisión de hacer un recorte de 50 puntos base (pb.) en la Tasa de Política Monetaria (TPM). A este movimiento, se le sumó una pausa en la compra de reservas internacionales.
El documento revela que la otra opción que barajó el Consejo liderado por Rosanna Costa fue una baja de 75 puntos.
“Todos los consejeros coincidieron en que era necesario continuar con el ciclo de recortes de la TPM, aunque en esta oportunidad era aconsejable hacerlo a una velocidad algo menor, la que era bien representada por una reducción de 50 pb.”, señala la minuta.
Dentro de la discusión que llevó a dicha decisión, se menciona el tipo de cambio. La entidad autónoma señala que su reciente comportamiento ha estado “marcado por una mayor sensibilidad a las noticias y una mayor volatilidad”. En esa línea, se menciona el hecho del diferencial de tasas de Chile con otras economías, lo cual “estaba generando incertidumbre en un mercado donde algunos inversionistas de mediano y largo plazo estaban menos presentes”.
“En ese contexto, un grado adicional de prudencia podía ayudar a reducir la posibilidad de enfrentar tensiones financieras de corto plazo”, se lee en la minuta.
Sobre la situación del tipo de cambio, “el Consejo enfatizó que el objetivo de la política monetaria era la inflación y su instrumento, la TPM”, y señalan que “en ningún caso” la política monetaria o la política de acumulación de reservas busca “un nivel de tipo de cambio”.
Hacia adelante, la minuta afirma que el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre “sería la ocasión propicia para dar los lineamientos de cómo proseguiría el proceso de reducción de la TPM”. El Consejo estuvo de acuerdo en que en estos momentos existen ciertos “impactos” en desarrollo y acompañados de volatilidad, que son “complejos” de evaluar.
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El análisis de la coyuntura
La minuta señala que “hubo coincidencia en que la noticia más relevante en el ámbito económico era el estrechamiento de las condiciones financieras internacionales”. El efecto de esto en la macroeconomía chilena “dependería de la persistencia y la posible intensificación de estos fenómenos”.
Sobre dónde se originan, las hipótesis mencionan la inflación en Estados Unidos, la descompresión de los premios por plazo, o el equilibrio ahorro-inversión a nivel global.
En el ámbito local, “se resaltó que el conjunto de antecedentes disponibles daba cuenta de un escenario macroeconómico que evolucionaba en torno a lo previsto”. El Banco Central destaca que, por ejemplo, los sectores relacionados al consumo han mostrado “señales de estabilización”.
Y en cuanto a la reposición de reservas internacionales, el documento señala que “se indicó que no había evidencia de que el programa de reposición de reservas y el proceso de reducción de la posición NDF estuviesen afectando el valor del tipo de cambio de manera relevante”.
Aún así, “dadas las volátiles condiciones externas, se indicó que no podía descartarse algún efecto en el funcionamiento del mercado cambiario”, lo que llevó a la entidad a tomar “una actitud precautoria”.