Como el golpe más devastador tras el terremoto y tsunami de 2010, calificó Andrés Fosk Belan, gerente general de Landes, el cierre definitivo de la planta de jibia y la desvinculación realizada hoy de 232 colaboradores, debido a la entrada en vigor de la ley de la jibia.
"En 60 años de historia de nuestra compañía, el tsunami de 2010 y las leyes que está tramitando el Congreso, son las catástrofes más grandes que hemos tenido que enfrentar. La posibilidad de levantarnos esta vez es muy incierta debido a un ánimo demoledor de los parlamentarios en contra de la pesca industrial y un gobierno que deja avanzar los cambios a las reglas del juego sin control", precisó el ejecutivo.
La jibia representaba un tercio de la operación de Landes, por ello sin posibilidad de abastecerse permanentemente y de no poder usar sus barcos, la compañía tomó la drástica decisión de cerrar definitivamente la planta de jibia.
Fosk explicó que "hicimos los análisis tomando en consideración los pocos días del mes que los artesanales jibieros pueden pescar para abastecernos y la incerteza de ese suministro, y simplemente los números no dan. No es posible tener una dotación permanente de trabajadores y una planta funcionando y tratar de honrar contratos con clientes nacionales y extranjeros con materia prima de 3 a 5 días al mes".
El gerente general de Landes dice que lo que está ocurriendo en el Parlamento es un golpe demasiado grande para la Región del Biobío, para la confianza empresarial y las certezas mínimas para invertir en Chile. "En el Congreso se están tramitando 19 mociones parlamentarias inconstitucionales, que además de ser ilegales, no tienen el mínimo respaldo técnico y terminarán ocasionando lo que nuestra empresa está comenzando a vivir con el cierre de operaciones. Es realmente doloroso ver cómo se sacrifican industrias de manera irresponsable".