Después de que los temores por una posible recesión en la economía mundial empujara al tipo de cambio sobre los $ 680 el viernes pasado, el tipo de cambio local empezó la semana con una leve corrección, a la espera de una dirección más clara.
En las primeras operaciones de la sesión, la paridad dólar-peso se ubicó en $ 679,3, lo que representa una caída de $ 0,9 con respecto al cierre del viernes.
A nivel internacional, no hay una dirección clara que estén siguiendo los mercados cambiarios, a diferencia de las bolsas globales, que están cayendo en su mayoría.
La cotización global de la divisa referente -medida a través del Dollar Index, que la contrasta con una canasta de monedas- opera con una leve caída de 0,08%, mientras que las principales divisas del mundo emergente muestran resultados mixtos.
Eso sí, al peso chileno lo ayuda la cotización de los futuros del cobre, principal producto de exportación del país. En Comex, Nueva York, los derivados suben en torno a 0,3%.
Los activos de riesgo se vieron en apuros al final de la semana pasada, asustados por una inversión en la curva de rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos, lo que se considera como un predictor de recesiones.
Además, las débiles cifras de PMI que reportó Europa han ayudado a aumentar las ansiedades de los inversionistas sobre el estado de la economía global.
De momento, los mercados cambiarios esperan una señal más clara que los empuje al optimismo o el pesimismo.