"Durante la crisis subprime el punto más alto fue 12,9% y en esta oportunidad estamos viviendo algo mucho peor. Si se miran todos los indicadores como la tasa de desempleo, de ocupación y de participación, lo que está ocurriendo es que estamos retrocediendo en 20 años en el mercado laboral", estas fueron parte de las pocos alentadoras palabras de la directora ejecutiva del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Lorena Flores.
La encuesta evidenció que la tasa de desempleo en el Gran Santiago fue de 15,6%, la más alta registrada en los últimos 35 años (junio de 1985 con 15,7%) y superando el peak anterior registrado hace casi 20 años (junio 1999 15,4). La cifra también está sobre el promedio de los últimos 20 años (9,5%) y de los últimos 10 años (7,6%).
El alza de la tasa de desempleo responde fundamentalmente a una caída del empleo total de 15,5% sumado a una disminución de la fuerza de trabajo de 7,5%.
Al desagregar por género se observa que el empleo masculino se ubicó en 16,1%, que significa un aumento de 8,6 puntos porcentuales (pp) en el último año, mientras el empleo femenino llegó a 14,9%, un alza anual de 7,1 pp. Asimismo, las personas del grupo etario entre 25 a 54 años exhiben una tasa de desempleo de 15,4%.
La cifra actual de desempleo equivale a 469.284 personas desocupadas, es decir, 1,6 veces más que hace doce meses. Según el análisis del CMD, del total de desocupados un 94,6% corresponde a cesantes, o sea personas que han trabajado anteriormente con remuneración. En el mismo período, el empleo asalariado disminuyó 12,3%, mientras el empleo independiente se redujo en 24,9%.
Por otra parte, el informe detalla que la situación actual ha llevado a la salida de muchas personas del mercado laboral, lo que se refleja en que la tasa de participación laboral se ubicó en 56,7%, es decir, una contracción de 5,1 pp en un año y de 6,7 pp en el trimestre.
Sobre este punto, Flores explica que hay una fuga de mujeres ocupadas que pasan a estar inactivas. "Este efecto de la tasa de participación está produciendo esta fuga donde se salen del mercado laboral. Esto ocurre porque en términos de la pandemia, no es sólo que se esté destruyendo empleo, sino que ni siquiera está la posibilidad de buscar un empleo. Esto se acentúa un poco más en las mujeres, porque ellas hoy están en la casa haciendo de profesoras, haciéndose cargo de las tareas del hogar. En el caso de ellas, se observa con mucha fuerza que pasan de ocupadas sin pasar a desocupadas, moviéndose directamente a inactivas", advierte.
Por último, promedio de los ingresos de los asalariados se situó en $600.084, lo que implica un crecimiento anual de 9,7%. En tanto, el ingreso promedio de los trabajadores por cuenta propia llegó a $300.086, una disminución de 24,6% en doce meses.
