¿Cuál sería el mejor resultado del plebiscito del 25-O?: el debate que asoma en el mundo empresarial
En el mundo empresarial y financiero no quedaron indiferentes con las declaraciones que hizo en El Mercurio el gerente general de la corredora de bolsa de BTG Pactual, Matías Repetto. "Si hay un triunfo claro del apruebo, más del 60%, por ejemplo, y con alta participación, creo que sería muy buena noticia”, sostuvo el ejecutivo este lunes, visibilizando un debate ya instalado en el mundo privado.
Dentro de BTG hay varios ejecutivos que no coindicen con Repetto. De hecho, fuentes al interior de la institución aseguran que sus dichos provocaron ruido y hasta molestia, porque no son pocos los clientes que tienen temor a un escenario como ese: a la hoja en blanco del apruebo.
Lo que nadie desconoce es que el tema se viene conversando desde hace meses, si bien por momentos ha pasado a segundo plano producto de la pandemia. Pero en las últimas semanas el plebiscito está de vuelta en los pasillos del área empresarial y financiera y se han intensificado los webinars y zoom para analizar los escenarios futuros a partir del 25 de octubre.
Las miradas son disímiles, y no hay solo una voz que represente al sector. Todos coindicen que en los tiempos actuales es relevante que se lleve a cabo el plebiscito, e incluso apuestan que “el apruebo” es un mejor resultado para dejar atrás los niveles de violencia vividos desde el 18 de octubre, establecer una hoja de ruta y volver así a un panorama de mayor estabilidad y menos incertidumbre. Pero a diferencia de lo señalado por el ejecutivo de BTG, varios aseguran que el escenario ideal es que el rechazo no pierda por goleada frente al apruebo, porque eso permite mostrar que no todos los chilenos quieren cambios tan drásticos, que vengan a cambiar las reglas del juego y que puedan poner en peligro cuestiones tan relevantes como el derecho a la propiedad privada o la autonomía del banco central, entre otras materias.
Un alto ejecutivo resume la situación así: “A todos nos conviene que gane el apruebo, que se concreten los cambios, que es lo que quiere un número importante de ciudadanos, pero es clave que el triunfo no sea una aplanadora, y para eso es importante que más personas voten por el rechazo. Aunque algunos gerentes y empresarios estaban por el apruebo, han cambiado de opinión para que el resultado sea más equilibrado”.
Una mirada que, sin embargo, también tiene detractores, porque altos ejecutivos señalan que un resultado demasiado ajustado también podría reducir las certezas, sobre todo por la imposibilidad del Rechazo de canalizar adecuadamente la insatisfacción de sectores importantes de la sociedad.
Otro factor que es objeto de debate es la discusión sobre una eventual postergación del proceso eleccionario producto de la pandemia. Este miércoles, en Radio Universo, el presidente de la CPC, Juan Sutil, fijó postura al respecto. “Las decisiones de inversión están afectadas con o sin Plebiscito. Lo que pasa es que postergar el Plebiscito probablemente genera más inseguridad” y que si la condición sanitaria pusiera en riesgo la vida de las personas habría que frenarlo. De lo contrario “tomando las medidas de precaución y haciendo el proceso correctamente yo pienso que deberíamos avanzar, esa es mi opinión”, sentenció.
Entre bancos y fondos
En el mundo financiero hay varias aprehensiones y el tema se ha analizado en varios directorios de distintos bancos. Como en esta industria la mitad de las instituciones son organizaciones internacionales, lo que ha salido a la palestra es cómo hacer que la revisión de una nueva constitución respete, por ejemplo, los acuerdos internacionales en materia financiera. Con todo, en un escenario de incertezas, como ocurrió después del 18 de octubre, los aportes de capital desde afuera en vez de bajar se dispararon a casi US$ 10 mil millones, lo que representa un aumento de un 53% en el primer semestre, respecto al mismo periodo del año pasado.
En opinión de la cabeza del gremio, José Manuel Mena “sería adecuado que el mundo del apruebo mencione materias que consideran necesario mantener. Ser claros en ese punto de manera de dar señales de tranquilidad y aislar las posiciones más extremas que quieren modificarlo todo”.
En la industria bancaria, asimismo, aseguran que es relevante llegar al plebiscito con una buena convivencia política y social, porque en conflicto y con polarización, el proceso podría ser muy dañino. Esa es una preocupación que surge en círculos empresariales, todos quienes miran el largo plazo. Por eso el llamado que hacen actores de la industria es que el mundo político se manifieste claramente en contra de la violencia. Y no a medias o con matices.
Pero en la medida que en el sector financiero se han dado cuenta que el cambio es inevitable, con más o menos ganas, todos se tienden a sumar, aunque reconocen que es lógico esperar que exista un impacto sobre las decisiones económicas. Invertir o no, aseguran, no es una extorsión, como suponen algunos, sino que la cautela esperable en la toma de decisiones de empresas y empresarios que las dilaten ante la falta de claridad de cuáles serán las nuevas reglas del juego.
Para inversionistas globales como BlackRock, los riesgos políticos -incluyendo eventuales cambios constitucionales- siempre han sido consideraciones habituales al invertir en países emergentes. En opinión de Axel Chirstensen “en un contexto global donde los riesgos políticos se han ido acrecentando, incluso en países desarrollados -Brexit, polarización política en EEUU, por ejemplo, sumado a la situación del COVID, el referéndum en Chile no es algo que cause demasiados sobresaltos. Como estratega de inversiones para la región, no es la primera pregunta que recibo cuando me consultan acerca de América Latina”.