Por Francisco Valenzuela y Francisco Franulic
En fallo unánime la Tercera sala de la Corte de Apelaciones de Santiago determinó aumentar la medida cautelar de Aldo Lagos, empresario que enfrenta acusaciones de una presunta estafa multimillonaria, que se alzaría por sobre los 1.500 millones de pesos.
Se trata de Investments School, la que -quienes han presentado acciones penales contra el empresario- aseguran se trataría de una fachada para recaudar altas sumas de dinero entre los años 2014 y 2016.
El fiscal Carlos Gajardo había adelantado que solicitarían cambiar el arresto domiciliario total que pesaba sobre Lagos, el que finalmente hoy fue cambiado a la medida cautelar más alta: prisión preventiva.
En la fundamentación del tribunal de alzada capitalino se especifica que una de las razones por las que se accedió a este cambio es porque consideraron que el imputado representa un peligro para la seguridad de la sociedad.
Aldo Lagos deberá presentarse voluntariamente. De lo contrario, se decretará una orden de detención.
Revisa la nota de Tele13 donde se da cuenta del caso
Víctima asegura haber invertido un millón de dólares con Lagos: “Si bien la justicia es ciega ojalá no sea sorda”
Aldo Lagos enfrenta cuatro querellas por este caso de presunta estafa piramidal, y una de ellas es de Radomiro Flores, quien conoció al mandamás de Investments School al concluir su paso por Codelco.
“Se hacían cursos para defenderse en otras cosas una vez afuera, y había un curso llamado ‘inversión de capitales’. Me pareció interesante y fui a la charla. Ahí lo conocí”, relata.
Flores, vía contrato, indica haber invertido un millón de dólares, y se le reportó el 2% del capital total. Al tiempo después recuerda la primera advertencia: “Mira Radomiro… las acciones han caído un poco. No te voy a poder dar el 2%, te daré el 1%”. Esto tras un año y dos meses. Sin embargo, Lagos le habría asegurado a Radomiro que “esto vamos a repuntar, no te preocupes”.
En marzo del 2016 volvieron caer las acciones. “Nunca me dijo dónde estaba invirtiendo, pero allí me dijo que no me podía dar nada de lo que tenía, pero esto también por un tiempo prudente. La verdad es que empezó a pasar el tiempo y no ha pasado nada”.
Flores afirma que la última vez que tuvo contacto con Lagos fue en diciembre del 2016.
“No tengo rabia ni bronca contra él”, reconoce Radomiro, quien pese a todo espera que “si bien la Justicia es ciega, ojalá no sea sorda. Que se haga justicia y que me devuelvan lo que es mío. No lo tomé de nadie, fue una plata bien habida, y que la necesitamos con nuestra esposa para nuestra vejez. Se han producido varios problemas, tuve que mandar a un hijo a Argentina porque estudia medicina y allá es gratis (…) Estoy endeudado con amigos, familiares, entidades financieras, estoy perdiendo la casa por culpa de esto, ya perdí un auto. Esto le diría a Aldo… que se ponga la mano en el corazón y que lleguemos a feliz término”.