Ayer la bolsa de Santiago vivió un día oscurísimo: el IPSA, el indicador que reúne a las 30 mayores acciones del país, perdió más de un 12%, y varias compañías sufrieron un desplome muy significativo: Latam 44%, Falabella 10%, y Cencosud 15%, lo que en la práctica no sólo significa que sus dueños pierden parte importante de sus ganancias, sino que todos los que tienen un porfolio de acciones ven disminuido su patrimonio. Aunque sean montos muy pequeños.
Vamos a casos concretos: supongamos que alguien invirtió $10 millones en Empresas Copec, un día antes del 18 de octubre. Considerando que la firma ha caído casi un 40% desde entonces, eso significa que la persona hoy solo tiene $ 6.100.000.
Hay innumerables ejemplos para graficar cúanto han perdido las compañías y por tanto las personas. Lo de Latam -ha sido la acción que más ha caído en el último tiempo-, se puede dimensionar en grande y en chico. Si Delta pagó 2 mil millones de dólares por el 20% de la empresa, ese mismo 20% hoy vale menos de 400 millones de dólares. Lo mismo, para un usuario común y corriente: si alguien tenía invertido $20 millones en acciones de Latam antes del estallido, hoy con esta nueva crisis, va a tener en sus manos solo 4 millones. Porque desde octubre, la empresa ha perdido un 80% su valor. Así de dramático.
Esto no sólo afecta a inversionistas, sino que también a los fondos de pensiones, de los que dependemos buena parte de los chilenos. Las caídas también han sido importantes, considerando solo marzo. Obviamente éstas son inversiones de largo plazo, y todos apuestan a que al igual que después de la crisis del 2008 -que provocó una caída sumamente significativa durante varios meses-, los fondos se recuperen tal como sucedió luego de la crisis subprime.
El Fondo A, el más riesgoso en lo que va de este mes acumula una caída del 12%, lo que obviamente significa una pérdida, que se amortigua en parte porque ese fondo invierte mucho fuera de Chile, y tiende a ganar con un dólar alto.
“Los ganadores”
En esta pasada pierden casi todos, a excepción de unos pocos. Los inescrupulosos que “juegan” con los precios, cuando la demanda por un producto es demasiado alto. Algo que hemos visto en el mercado, cuando en sitios web se ofrece alchol gel por 6 veces más que su valor usual, o se cobra más de 2 millones de pesos por una simple caja de mascarillas.
Ganan los que legalmente especulan en la bolsa, que arriendan acciones, las venden a un valor, y después las devuelven pero a un precio mucho menor.
O los que tienen depósitos a plazo y tiene la liquidez para comprar un portafolio mucho más barato.
Podríamos decir que también gana el delivery, y aquí la delantera la lleva Amazon o Cornershop, cuyo dueño envió esta semana una carta a sus clientes para sincerarles que están sobrepasados con tanto pedido. Y a la larga, con las restricciones, puede crear el hábito de comprar por Internet, y acostumbrar a personas al sistema online, al que a muchos aun no les gusta o no lo han aprendido.
Tal vez haya que pensar que lo que dejará esta crisis son profundos cambios de hábitos, pero los costos serán altos.
