Congreso busca reactivar proyecto que exige tener billetes de $ 1.000 y $ 2.000 en los cajeros
Un grupo transversal de diputados presentó a finales de septiembre un proyecto de ley que busca obligar a la banca a disponer billetes de $ 1.000 y $ 2.000 en los cajeros automáticos. De acuerdo a la iniciativa, que será discutida próximamente en la comisión de Economía de la Cámara, se establece que los bancos deberán tener al menos un 30% del dinero en los cajeros con estos billetes.
La iniciativa surge tras una carta circular que envió el Banco Central a los bancos de la plaza a inicios de año en la que solicitó “incrementar la disponibilidad de billetes de bajas denominaciones, tanto en las cajas de atención presencial como a través de los ATMs de su propiedad, de manera que el público general tenga la posibilidad de acceder a las denominaciones que requiere para efectuar sus diversos pagos”.
Cambiar “uptime”
El problema se planteó de manera presencial a fines de 2019 en una reunión que sostuvo el presidente del Central, Mario Marcel, con el directorio de la Asociación de Bancos.
Conocedores de la reunión indicaron que la banca le planteó a Marcel que para disponer billetes de menor denominación se necesitaba modificar el uptime (tiempo en pleno funcionamiento) de disponibilidad de los cajeros automáticos. Desde 2015, la exSuperintendencia de Bancos fijó que el funcionamiento mínimo de los dispensadores es de 95%.
El gerente general del Banco Central, Alejandro Zurbuchen, criticó en la mencionada carta que “se ha venido observando una permanente y considerable disminución en la cantidad de billetes de baja denominación que las empresas bancarias solicitan al instituto emisor para ser puestos a disposición del público”.
Consultada la Asociación de Bancos sobre las implicancias del proyecto en el sistema financiero, el gremio declinó entregar comentarios.
El peso del efectivo
Según los antecedentes de la autoridad monetaria, el problema de la escasez de billetes se concentra en las denominaciones de $ 2.000 y $ 5.000. De la totalidad de cajeros automáticos, sólo el 25% posee bajas denominaciones y del total de gavetas, el 21% posee dinero de este tipo, de las cuales un 15% es de $ 5.000, un 0% de $ 2.000 y 6% de $ 1.000.
El Central estimó a comienzos de año que si la disponibilidad de billetes de menor denominación, esto es, los de $ 1.000 y $ 2.000 aumenta del 6% actual a 15%, “se lograría mitigar en buena medida el problema planteado”.
El dinero en efectivo ha tomado relevancia en la economía tras la pandemia. El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central correspondiente al segundo semestre de 2020 advirtió que durante la segunda mitad del año hubo un crecimiento récord de dinero en efectivo, tendencia que se profundizó tras el retiro del 10% de los ahorros previsionales.