Tal como ya se había adelantado en noviembre, hoy la Comisión Nacional de Productividad (CNP) ratificó el impacto en el mercado laboral de una posible reducción de la jornada laboral a 40 horas.
El informe final sobre la materia, que ya fue entregado al presidente de la República, Sebastián Piñera, sostiene que una reducción en la jornada semanal ordinaria de 45 a 40 horas -equivalente a un 11%- produciría una reducción en torno al 5% en las horas anuales efectivamente trabajadas (promedio por persona).
Respecto a los salarios, el informe advierte una caída en los ingresos mensuales reales en el rango de 0,5% a 5,5%. Pero eso no sería lo único, ya que además reduciría el crecimiento del PIB anual entre 0,5% y 1,5%, y disminuiría el crecimiento anual de la productividad entre 0,1% y 0,4%, generada por reasignación del empleo.
De acuerdo a lo informado por la comisión, "las personas valoran tanto el ingreso como el tiempo libre, por lo que -junto al aumento en los ingresos- el progreso económico implica también jornadas laborales más cortas y una reducción en el total de horas trabajadas al año. La evidencia internacional confirma esta relación. Entre los países de la OCDE el PIB per cápita real subió de 37.000 dólares anuales en 2000 a cerca de 46.000 en 2018, mientras que las horas trabajadas por semana bajaron de 39 a 37.7. En Chile, entre 1990 y 2018, el ingreso per cápita pasó de 9.500 a 25.100 dólares anuales, la jornada semanal efectiva bajó de 49 a 41.3 horas y las horas totales trabajadas al año de 2.422 a 1.941".
Para estimar los posibles efectos de una reducción de jornada por la vía legal, la comisión realizó un análisis microeconométrico del impacto de la reducción de la jornada laboral legal de 48 a 45 horas en Chile, que se aprobó en 2001 pero que fue implementada en 2005.
"Se encontraron efectos diferenciados según la jornada laboral de la persona bajo análisis. Así, aquellos que trabajaban más de 45 horas a la semana tuvieron un impacto negativo en el empleo y los salarios, mientras que quienes se desempeñaron por menos de 45 horas tuvieron un impacto positivo sobre el empleo", explica el documento.
Los pro y contra
A nivel general, la conclusión del informe sugiere que una reforma que limite por ley el número máximo de horas de jornada semanal por debajo de las 45 horas actuales tendría "perdedores y ganadores".
"Paradojalmente, los perdedores, a quienes la medida afectaría negativamente, son aquellos trabajadores a quienes la reforma busca beneficiar. Es decir, aquellos que trabajan más de 40 o 41 horas semanales. Para estos aumentaría la probabilidad de estar desempleados, volverse inactivos y les bajaría el salario real", comentaron desde la comisión a través de un comunicado.
Así, los impactos negativos de una posible reducción afectarían más a jóvenes, mujeres y trabajadores con educación media.