China registró un crecimiento de un 2,3% durante 2020 a pesar de la pandemia del COVID-19
Pese a la pandemia, China registró en 2020 un crecimiento positivo del 2,3%, todo un logro cuando la recesión amenaza a otros países, aunque se trata del ritmo más débil de la segunda economía mundial en más de 40 años.
China, primer país afectado por la epidemia de covid-19, sufrió en el primer trimestre de 2020 una caída histórica del crecimiento (-6,8%), después de las medidas de confinamiento, que lastraron la actividad.
La mejora progresiva de las condiciones sanitarias a partir de la primavera boreal hizo que el PIB repuntara. En el último trimestre de 2020, el PIB fue de 6,5%, similar al nivel de antes de la pandemia, informó la Oficina Nacional de Estadísticas.
Para todo el año 2020, China registró un crecimiento de 2,3%.
Es una cifra superior a las predicciones de los analistas consultados por la AFP (+2%). Pero ha bajado mucho respecto a 2019, cuando el crecimiento chino fue del 6,1%, y ese ya era su nivel más bajo en casi tres décadas.
A diferencia de la mayoría de los países, que según se prevé anunciarán una recesión, "la economía china ha tenido una trayectoria envidiable durante la mayor parte de 2020", señala el analista Xiao Chun Xu, de la agencia Moody's.
"Grave y complejo"
La recuperación de la actividad en China fue considerable a finales de año, debido a la "demanda muy fuerte" en el extranjero de productos médicos y material para el teletrabajo (sobre todo ordenadores), subrayó a la AFP el analista Rajiv Biswas, del gabinete IHS Markit.
En diciembre la producción industrial china alcanzó su mayor porcentaje de crecimiento de 2020, con un avance del 7,3% interanual.
Pero por la pandemia la producción industrial solo creció un 2,8% durante todo el año, la cifra más baja al menos desde el comienzo de siglo.
Las ventas minoristas, principal indicador del consumo, se desaceleraron, con un crecimiento de solo 4,6% interanual en diciembre, contra el 5% del mes anterior.
La economía china "se enfrentó a una situación grave y compleja tanto en el país como en el extranjero (...) debido sobre todo a las enormes consecuencias de la epidemia" del nuevo coronavirus, reconoció este lunes Ning Jizhe, de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS).
El porcentaje de 2,3%, que las economías occidentales pueden envidiarle, es sin embargo para China la tasa más baja desde el final de la era maoísta en 1976.
Sector de servicios flojo
En el ámbito del empleo, la tasa de desempleo, medida en China solo en las zonas urbanas, fue del 5,2% en diciembre (sin cambios con relación a noviembre).
Esta cifra no toma en consideración a los millones de trabajadores migrantes, debilitados por la pandemia.
La tasa de desempleo alcanzó en febrero de 2020 un récord absoluto 6,2% de la población activa urbana.
China ha frenado en gran medida la epidemia de coronavirus en su territorio gracias a los tests, los confinamientos, las cuarentenas y el seguimiento de los desplazamientos.
La vida ha vuelto casi a la normalidad, con la excepción de brotes en la región limítrofe con Pekín y en el noreste del país, donde las autoridades han vuelto a imponer estrictas medidas de cuarentena.
Algunos sectores, sobre todo los servicios, siguen sufriendo las consecuencias por el miedo al virus, como el de la restauración: las ventas cayeron un 16,6% en todo 2020.
Y la tendencia podría continuar este año debido al deterioro de las condiciones sanitarias en China, advierte el analista Ting Lu, del banco de inversión Nomura.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las consecuencias del virus aún persistían, en particular sobre la demanda interna.
El organismo bajó su previsión de crecimiento para China este año en 0,3 puntos porcentuales, a 7,9%.