China afirma tener "un amplio margen" para estimular su economía
AFP
El gobierno chino dispone de "un arsenal de medidas" para estimular su ralentizada economía, la segunda mayor del mundo, aseguró este domingo en Pekín el primer ministro Li Keqiang, al cerrar la sesión anual del Parlamento.
A comienzos de mes, Li rebajó el objetivo anual de crecimiento de China a "aproximadamente el 7%". En 2014, la economía china creció un 7,4%, el ritmo más bajo en 24 años.
La semana pasada, el gobierno publicó datos que confirman una vez más la fuerte ralentización de la producción industrial, el consumo y la inversión.
La inflación fue de apenas 0,8% en enero, el nivel más bajo en más de cinco años, y en febrero subió a 1,4%, muy lejos del objetivo oficial, establecido en torno al 3%.
A la luz de todos estos indicadores, se teme que el crecimiento chino, decisivo para la economía mundial y numerosas materias primas, sea aún menor.
El mismo primer ministro dijo que "no será fácil" alcanzar el objetivo del 7% de crecimiento este año, y advirtió que "sigue habiendo dificultades, que incluso van a acentuarse".
Queriendo mandar un mensaje de tranquilidad, Li Keqiang dijo este domingo que su gobierno "tiene aún a su disposición toda una serie de herramientas" de apoyo a la economía.
El dirigente calificó como positivo que en los dos últimos años el ejecutivo no haya recurrido a "medidas masivas de reactivación", lo que significa que las autoridades tienen "un amplio margen" de maniobra.
Según añadió, Pekín está listo para adaptar su política macroeconómica, si el crecimiento se acerca al límite más bajo del objetivo establecido y amenaza el empleo y los ingresos de las familias chinas.
Para estimular la actividad, el banco central tomó últimamente varias medidas, bajando los tipos de interés dos veces en un período de tres meses, con resultados de momento mediocres.
En cualquier caso, las autoridades no han recurrido a un gran paquete de estímulo, como hicieron a fines de 2008 al anunciar un dispositivo de cuatro billones de yenes (640.000 millones de dólares al cambio actual).
Los líderes chinos no dejan de repetir que la economía del país gobernado por el Partido Comunista está en una delicada transición, pasando de un modelo de fuerte crecimiento basado en inversiones masivas y en las exportaciones a un modelo de crecimiento más bajo, equilibrado y sostenible.
Li Keqiang desestimó además los cálculos que establecen a China como la mayor economía del mundo, por delante de Estados Unidos, atendiendo a una comparación del PIB de ambos según la Paridad de Poder de Compra. Según el primer ministro, dichos cálculos son "una exageración engañosa".
"China es aún la segunda mayor economía del mundo", y está "detrás de unos 80 países del mundo" en términos de PIB per cápita, explicó, apostillando que "China sigue siendo un país en desarrollo, en el sentido pleno de esta palabra".