La empresa que opera la reconocida cadena de heladerías Bravissimo solicitó su quiebra tras 33 años de historia en Chile.
La firma vivía un complejo 2019 desde antes del estallido social, y el 18-O impidió consolidar su plan de búsqueda de socios. La pandemia del coronavirus, además, los dejó otros 7 meses sin ingresos.
En sus mejores años, Bravissimo llegó a tener 47 sucursales y más de 1.300 colaboradores, según publica Diario Financiero.
"No obstante, la nueva competencia, tanto local como de marcas extranjeras, afectó sus resultados, a lo que se sumó una baja rentabilidad de algunos locales ubicados en zonas con poco tráfico. A esto se sumó la apertura de sedes en distintos malls, lo que implicó una millonaria inversión, que no tuvo los resultados esperados", publica el medio citado anteriormente.
Los hechos extraordinarios ocurridos desde octubre de 2019, finalmente, agudizaron la situación financiera.
En un comienzo, la administración tenía la expectativa de que las restricciones provocadas por la pandemia no se extendieran más allá de dos meses, pero ese período casi se cuadruplicó.
"Más de 7 meses sin ingresos, con gastos mensuales fijos, como arriendos, leyes sociales, compromisos bancarios, acuerdos comerciales, obligaciones de agua, luz, teléfonos, celulares, gas, internet, seguros, entre otros, hacía imposible la continuidad, lo que con mucho dolor llevó a tomar la decisión de iniciar el proceso de liquidación", se señala en declaraciones tomadas por el DF.
Eso sí, se explica también que terceros, a quienes se les licenció la marca Bravissimo, pueden seguir utilizando el nombre para la venta de helados o alimentos.
La reconocida firma local de helados abrió sus puertas en 1987, liderada por el empresario Guillermo Prieto junto a un grupo de socios.
La cadena estaba orientada al público joven, siendo uno de sus sellos la inclusión de pantallas de televisión en sus locales que mostraba los videoclips musicales del momento.