AFP
Con incertidumbre sobre su futuro político, Brasil recibe el viernes la presidencia rotativa del Mercosur en una cumbre en Mendoza, Argentina, con la mirada puesta en las negociaciones con la Unión Europea (UE) y la delicada situación de Venezuela de telón de fondo.
La cumbre, la primera presidencial en casi dos años, contará el viernes con la presencia de los jefes de Estado de Argentina, Mauricio Macri, Brasil, Michel Temer, Paraguay, Horacio Cartes, y Uruguay, Tabaré Vázquez.
También acuden los gobernantes de los socios Chile, Michelle Bachelet, y Bolivia, Evo Morales.
La UE y el bloque aduanero intentan desde 1999 crear un espacio de libre comercio de unas 760 millones de personas a ambos lados del Atlántico.
Las conversaciones estuvieron paralizadas entre 2004 y 2010, pero recién ahora hay optimismo, sobre todo desde que Macri y Temer, abiertos al libre mercado, llegaron al poder.
"Estamos en la puerta (del acuerdo) y ahora tenemos que mostrar un gran compromiso político (...) para persuadir a nuestros socios europeos", dijo el canciller argentino, Jorge Faurie, tras reunirse en Brasilia con su homólogo Aloysio Nunes el viernes.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, se declaró el lunes "confiado" de que se podrán sellar para el mes de diciembre las negociaciones que ya rondan las dos décadas.
Intereses alineados
Para el economista e internacionalista argentino Dante Sica, "por primera vez después de muchos años hay una mayor probabilidad de alcanzar un acuerdo".
"Europa está mucho más proclive a la negociación y, de alguna manera, se han alineado los intereses de ambas partes", dijo a la AFP el experto, director de la consultora Abeceb.
Pero más allá de que la coyuntura política actual luzca favorable y ambos bloques se digan dispuestos a hacer contrapeso a un creciente proteccionismo, incluso hallando un acuerdo a corto plazo su funcionamiento efectivo puede tardar años.
La UE "puede firmar un compromiso para el TLC con el Mercosur, como el que ha firmado recientemente Japón. Pero no hay tiempo para terminar una negociación, que es compleja al intervenir los 28 países" europeos, entre los cuales algunos mantienen resistencias, dijo a la AFP Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, con sede en Buenos Aires.
La comisaria europea de Comercio, la sueca Cecilia Malmström, reconoció hace poco que hay "capítulos difíciles en los que las posiciones aún están lejos", concretamente en el sector fitosanitario, las denominaciones de origen y la agricultura.
En 2016, el comercio de bienes entre los 28 países de la UE, por un lado, y Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, por el otro, se elevó a más de 80.000 millones de euros, según datos de la Comisión Europea.
La cumbre también dedicará espacio a las discusiones sobre una eventual negociación con la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú.
El anfitrión Macri pasará la presidencia pro tempore semestral a Temer, que enfrenta acusaciones de corrupción y podría ser juzgado, si una mayoría especial del plenario de la Cámara de Diputados decide enviar la denuncia al Supremo Tribunal Federal.
La votación será en menos de dos semanas. La incertidumbre de la situación política en Brasil proyecta una sombra sobre la viabilidad de sellar el pacto hacia finales de año.
"Brasil es dos tercios del grupo en población, territorio y PIB y mientras no resuelva su crisis política, no habrá grandes avances" en materia de acuerdos, opinó Fraga.
La crisis de Venezuela
Aunque no figura formalmente en la agenda, el tema de Venezuela, sumida en una profunda crisis política y económica, será abordado en la cumbre de Mendoza.
Fraga anticipa una resolución sobre Venezuela, "pero no está claro su alcance".
Venezuela, que ingresó al bloque en 2012, fue suspendida como miembro de pleno derecho en diciembre de 2016, en medio del recrudecimiento de la crisis.
Tras casi cuatro meses de protestas que han dejado 97 muertos, la oposición venezolana celebró el domingo una consulta simbólica contra una Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro, en la que participaron 7,2 millones de personas.
"El gobierno del presidente Maduro y su gestión política va a tener que dar una respuesta", dijo el canciller paraguayo, justo cuando arrecia la presión internacional sobre el mandatario venezolano, incluso con amenazas de sanciones económicas de parte de Estados Unidos.