BBVA apuesta por dos recortes de TPM hacia 2017 y acotado escenario fiscal para próximo gobierno
Un crecimiento de la economía de 1,8% para 2017, dos recortes de la tasa de política monetaria hasta el primer trimestre del próximo año y un acotado gasto fiscal para el próximo gobierno son algunas proyecciones dadas a conocer hoy por BBVA Research en su informe "Situación Chile" en la que actualiza el escenario macroeconómico para 2016 y 2017.
Durante la presentación del documento, el economista jefe de la entidad, Jorge Selaive, señaló que en el plano local mantenían las proyecciones de crecimiento de 1,7% en 2016 y 1,8% para el 2017. Esto considera una variación de la inversión de -0,1% para el presente año y en torno a 0% para el próximo.
Del mismo modo, el economista insistió en un descenso de la presiones inflacionarias, por lo que este año terminaría en torno al centro del rango meta del Banco Central (3%) y se mantendría bajo esta cifra durante todo el próximo año.
"En los últimos meses hemos observado una convergencia de la inflación más rápida que lo anticipado por el mercado, pero en línea con nuestra visión. No sólo el tipo de cambio está detrás de esta evolución, sino también una persistente moderación de la inflación de los servicios, consistente con una economía que opera con holguras y en la que el mercado laboral sigue debilitándose", explicó.
Considerando este escenario, "proyectamos a lo menos dos recortes de 25 puntos base en la tasa de política monetaria hasta el primer trimestre de 2017", aseveró Selaive.
Según la entidad, estos recortes serían necesarios para evitar un desanclaje a la baja de las expectativas inflacionarias y contribuirían a tener un tipo de cambio en niveles que permitan a las exportaciones chilenas ser más competitivas.
Gasto fiscal
Del mismo modo, destacaron el acotado crecimiento del gasto público en 2017, "acorde con la regla fiscal y sin ceder a presiones políticas". Pese a ello, prevén que el déficit fiscal efectivo llegaría a 3,3% el próximo año, el que será financiado con deuda, llevando al país a una deuda neta que llegaría en torno al 31% del PIB hacia 2020.
"Será necesario un ajuste fiscal fiscal, cuya responsabilidad recaerá en los próximos gobiernos", advirtió Selaive, quien estimó que el crecimiento del gasto fiscal en el presupuesto para 2019 -el primero que deberá presentar el próximo gobierno- debería crecer en torno a 1%. Esto considera un mantenimiento de los parámetros actuales de proyección del precio del cobre y de crecimiento del PIB tendencial.
"La situación fiscal seguirá siendo relevante en los siguientes años, en un contexto de altas presiones sociales y débiles perspectivas para la evolución de los ingresos", añadió.