Sus guitarras se convirtieron en estrellas: llegaron a ser tocadas por Elvis, Keith Richards o Jimmy Page.
Pero un mal negocio hizo que la empresa bajara de ese estrellato: Gibson se declaró en bancarrota esta semana.
¿La razón? Una deuda de US$500 millones que no puede asumir.
Los acreedores tomarán control de la icónica empresa estadounidense que fue fundada en 1902.
Henry Juszkiewicz, director ejecutivo de la firma, quien la compró en 1986, dijo que la decisión le permitirá a la empresa asegurar "una estabilidad a largo plazo y salud financiera".
Cuatro años atrás, Gibson adquirió la división de audio de Philips por US$135 millones, pero las cosas no funcionaron bien.
En adelante, los nuevos dueños intentarán sacar adelante a la empresa focalizándose en sus instrumentos musicales.
Gibson fabrica guitarras eléctricas en Nashville y Memphis, mientras que sus guitarras acústicas son confeccionadas en Bozeman, Montana.
Vende más de 170.000 guitarras al año en cerca de 80 países. Pese a la quiebra, la firma asegura que la venta de guitarras eléctricas subió 10% en 2017, llegando a los US$122 millones.
Sin embargo, el hoyo financiero era más fuerte que el incremento de las ventas.
Los acreedores que se harán cargo de Gibson incluyen Silver Point Capital, Melody Capital Partners y fondos relacionados con KKR Credit Advisors.
Les Paul: la guitarra que definió a la marca
El primer instrumento musical producido por el fundador de la empresa, Orville Gibson, fue una mandolina en 1894 y ocho años más tarde fundó oficialmente la compañía.
Con el paso de los años, Gibson produjo una amplia variedad de guitarras, aunque probablemente su instrumento más famoso es la guitarra "Les Paul".
Fue creada en 1940 por el guitarrista Les Paul para competir con su rival Fender y se convirtió en la primera guitarra de material sólido en el mercado.
Entre los músicos que la han hecho famosa, están estrellas como Slash de Guns N' Roses, Jimmy Page de Led Zeppelin, Keith Richards de los Rolling Stones y Noel Gallagher de Oasis.
