Las aplicaciones sobre nuestras finanzas personales se están volviendo cada vez más populares.
Pero la pregunta es, ¿nos hacen mejores a la hora de administrar nuestro dinero o nos alientan a gastar más?
Kerry Hudson, de 28 años, pasó su infancia en Escocia viviendo en la pobreza con su madre soltera, en "una sucesión de viviendas sociales, casas para desamparados y parques de caravanas".
Vivió en siete lugares diferentes antes de cumplir los 15 años, y asistió a 14 escuelas diferentes.
"Siempre fui la chica nueva con acento extraño y la ropa barata y equivocada", recuerda. "Me hicieron bullying a diario en la escuela secundaria".
Encontró consuelo en los libros y en la paz de la biblioteca, y con el tiempo se convirtió en una galardonada escritora.
Su libro más reciente, Lowborn, trata sobre personas que crecen en la pobreza.
Pero a pesar de que durante años arrastró un miedo constante y persistente a volver a caer en la pobreza, a Hudson no le resultó fácil gestionar sus finanzas.
Siempre se "quedaba sin dinero" antes de cobrar.
Me pasaba eso "porque no estaba haciendo un seguimiento, lo que obviamente está bien cuando hay un día fijo de pago, pero no puedes permitirte eso cuando eres freelance".
Así que buscó ayuda y la encontró en forma de aplicación. Aunque existen muchas, ella eligió la de Revolut.
Control del gasto
"Me da un desglose de lo que he gastado y, si a menudo es demasiado, sé que debo tener más cuidado la semana siguiente", dice Hudson.
Al hacer un presupuesto, pone una cierta cantidad semanal en la tarjeta y se atiene a eso.
La aplicación también cuenta con un sistema de ahorro automático y retiros de efectivo gratuitos en el extranjero de unos 260 dólares al mes.
Las descargas globales de aplicaciones financieras alcanzaron los 3.400 millones en 2018, lo que representa un 75% más que hace tres años, dice la empresa de análisis App Annie.
Su popularidad está creciendo más rápidamente en los mercados emergentes, como Brasil, India o Indonesia. Facilitar el envío de dinero a otras personas parece ser una de las principales razones de su popularidad en estos países.
Las tres aplicaciones de dinero más descargadas del mundo en 2018, fueron Google Pay y PhonePe en la India, y Alipay y WeChat en China.
Las cuatro se centran en el envío de dinero como función principal.
"Recibo una notificación instantánea y se informa al momento de una transferencia a quien espera recibirla", dice Rachna Ahlawat, cofundadora de Ondot, una aplicación que permite a los usuarios activar y desactivar las tarjetas de crédito y débito solo con el celular.
En Estados Unidos, el 92% de los jóvenes de 18 a 37 años usan aplicaciones financieras, dice la Annamaria Lusardi, de la Escuela de Negocios de la Universidad George Washington.
Y lo hacen principalmente para controlar los gastos y pagar facturas.
¿Están cambiando estas aplicaciones cómo gastamos y ahorramos?
Es difícil de decir, pero Georg Ludviksson, director ejecutivo de la firma de tecnología financiera Meniga, con sede en Reikiavik, dice que las personas que comienzan a usar aplicaciones financieras gastan un 7% menos de media en los próximos seis a doce meses.
Pero admite que romper las tarjetas de crédito puede tener un impacto más grande en los gastos.
Su compañía está desarrollando aplicaciones bancarias personalizadas para entidades como el español Banco Santander, el sueco Skandiabanken y el holandés ING Direct.
Examinar regularmente dónde gastamos nuestro dinero parece ser clave para hacer un presupuesto exitoso.
"Si te recuerdan constantemente cuánto has gastado, es más doloroso pagar por el próximo artículo", dice Rufina Gafeeva desde la ciudad de Colonia, en Alemania, que investiga cómo la tecnología cambia nuestras formas de gasto.
Pero si las aplicaciones para pagar simplemente hacen que gastar dinero sea más fácil, poniendo menos énfasis en el manejo del presupuesto, podemos terminar gastando más que antes de usar la aplicación, advierte.
Para probar esto, solo hay que pensar en lo rápido y cómodo que es pagar con los sistemas contactless.
Según la profesora Lusardi, casi un tercio de las personas de 18 a 37 años que usan aplicaciones de pago a través del móvil o contactless en Estados Unidos en algún momento han entrado en números rojos en comparación con solo una quinta parte de los usuarios que no utilizan esta tecnología.
"¿Cuándo se vuelve peligrosa la conveniencia?", se pregunta Steve Tigar, director ejecutivo de Money Dashboard, una popular aplicación de gestión financiera.
"No estoy seguro, pero o bien las rechazas y te quedas al margen de la economía digital o las aceptas y pones en marcha una red de seguridad que te permita controlar su dinero".
Money Dashboard hace que tus gastos realizados en el pasado sean evidentes al permitir ver todas las cuentas bancarias y de tarjetas de crédito en un solo lugar y clasificar las transacciones para mostrar en qué gasta más una persona.
"Las mejores [aplicaciones de dinero] están intentando ser como Facebook", dice Georg Ludviksson.
"Leíste tu feed, tus transacciones están ahí, pero también algunas ideas y detalles sobre en qué estás gastando", dice.
Los economistas sobre el comportamiento de Harvard Business School y la Universidad de Edimburgo descubrieron que las personas que utilizan Money Dashboard "ahorraban alrededor del 40% del gasto discrecional ", dice Tigar.
"[Hay una] correlación entre las personas que consultan la aplicación regularmente y su capacidad para ajustarse a un presupuesto", dice.