Antes de que Estados Unidos o Europa percibieran a Huawei como un riesgo para la seguridad nacional, el gigante chino especialista en infraestructuras de telecomunicaciones ya se había convertido en la marca de tecnología más valiosa de China.
Según sus propios datos, en 2018 los ingresos anuales superaron los US$100.000 millones.
La división de consumo, la que fabrica smartphones o tabletas de la marca, es la que más ingresos reporta, pero son otro tipo de clientes los que han despertado la preocupación sobre la posible influencia china.
Huawei es la empresa que más equipos de telecomunicaciones vende en el mundo y entre sus compradores se encuentran gobiernos, instituciones, operadoras y empresas de servicios públicos de todo el globo.
Es un jugador dominante en la tecnología de redes 5G o de quinta generación, que va a permitir conectarnos de forma masiva a las cosas que nos rodean.
Solo cuatro firmas pueden disputarle el trono en el despliegue de las redes 5G y entre ellas, las dos europeas Nokia y Ericsson son vistas como mejor opción por las economías occidentales.
Financiación a clientes
Un informe del diario Financial Times apuntó estos días a que Estados Unidos estaría estudiando canalizar fondos hacia ambas empresas para que puedan ofrecer a sus clientes las mismas ventajosas condiciones de pago que Huawei da a los suyos.
Según el rotativo, para Washington esa financiación ventajosa es uno de los factores que ha llevado a la empresa china a firmar más acuerdos que nadie.
La compañía ya firmó 46 contratos para desarrollar el 5G en 30 países, según reportó la agencia de noticias china Xinhua, mientras que Nokia habría conseguido hasta junio unos 42 y Ericsson 10.
El objetivo de Estados Unidos, coinciden los analistas, sigue siendo el mismo que cuando en mayo incluyó al gigante chino en la lista de compañías que no pueden comprar tecnología de ninguna empresa estadounidense sin permiso de Washington: frenar la expansión de Huawei.
Muchos países creen que la compaña representa un peligro por sus vínculos con el gobierno chino.
Búsqueda desesperada
Un alto funcionario del gobierno, cuya identidad no fue revelada, dijo a Financial Times: "Renunciamos a nuestra superioridad en la fabricación de equipos de telecomunicaciones hace décadas, y ahora nos estamos dando cuenta de que esta podría no haber sido la mejor decisión por razones de seguridad nacional".
"Casi todos los departamentos y agencias [de Estados Unidos] están buscando desesperadamente formas de volver al juego".
También la Unión Europea animó esta semana a los países a evaluar el "perfil de riesgo" de proveedores individuales que sufren "interferencias" de países de fuera de la UE.
Así que puede que Nokia ya no sea el líder que fue en la fabricación de teléfonos inteligentes, pero todavía sigue teniendo un papel importante en el sector, especialmente en 5G.
Entre las empresas con las que va a trabajar se encuentra T-Mobile, Telia Company o Softbank.
La importancia de las patentes
Según una investigación de IPlytics, Nokia es la segunda tecnológica en el mundo con más patentes 5G (1.427) después de Huawei, que tiene 1.554.
De hecho, espera ganar US$3,35 en royalties por cada smartphone que se venda con 5G.
No obstante, las empresas chinas siguen a la cabeza con cerca del 34% de las patentes, seguidas por Corea del Sur (24%), Estados Unidos y Finlandia, con un 14% cada uno.
La empresa finlandesa también será clave en la infraestructura y asegura ofrecer una "ventana única" para el 5G gracias, entre otras cosas, a una serie de chips que reducen los costos y mejorarían el rendimiento.
Por su parte, la sueca Ericsson también está impulsando el 5G, sobre todo en cuanto a infraestructuras.
Se dedica principalmente a fabricar equipos de telecomunicaciones móviles.
Tiene acuerdos con Verizon, con la que lanzó el primer servicio 5G en el mundo y está desarrollando una "plataforma 5G" para ayudar en la transición desde el 4G.
Sus directivos anunciaron en febrero en el Mobile World Congress 2019 de Barcelona, España, que tiene acuerdos comerciales con al menos 10 clientes de proveedores de servicios.
"Ericsson ya envió más de tres millones de antenas preparadas para el 5G a sus clientes en todo el mundo", dijo el presidente y director general de Ericsson, Börje Ekholm.
Sin embargo, la compañía sueca se enfrenta en Estados Unidos a una investigación por señalamientos de sobornos en el extranjero por los que ha tenido que provisionar ?apartar de su capital para hacer frente a posibles multas? hasta US$1.200 millones.
Ericsson dijo que el despliegue de su 5G se vería afectado después de esta medida.
El grupo informó el pasado jueves que había identificado violaciones de la Ley estadounidense de Prácticas Corruptas en el Extranjero en China, Arabia Saudita, Kuwait, Indonesia, Yibuti y Vietnam.