¿Quién es el autor del milagro económico chileno? Hace poco más de 45 años que la nación sudamericana tomó el que era entonces un camino radical e inexplorado de neoliberalismo económico.
El plan coincidió con la llegada al poder del régimen militar de Augusto Pinochet, en 1973, y por eso no es sorprendente que su exitoso desempeño en el ámbito económico haya sido notoriamente polémico.
Chile ha seguido gozando de una prosperidad económica ejemplar para el contexto latinoamericano desde su regreso a la democracia en 1990.
Logró un crecimiento de 4,8% en el primer semestre de 2018, el mejor de América Latina. Y el FMI estima que en 2022 Chile será el primer país de la región en alcanzar un PIB per capita de US$30.000, similar al de algunas naciones europeas como Hungría o Portugal.
Algunos se preguntan si, décadas después, es justo seguir dándole a la administración de Pinochet y a su versión ortodoxa de la economía de mercado crédito por el bienestar económico del Chile contemporáneo.
Los Chicago Boys
No es un debate vacío de actualidad. El recuerdo del modelo económico impuesto por tecnócratas educados en la Universidad de Chicago, conocidos como los "Chicago Boys", poco después del golpe militar de 1973, sigue siendo visto como un ejemplo a seguir por parte de la derecha continental.
Basta recordar que en el recién posesionado gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, la economía más grande de América Latina, el equipo económico enfrenta la comparación que ya algunos les hacen con los Chicago Boys: se presentan como un grupo de técnicos ortodoxos, que prometen poner "orden" al caos económico imperante.
Pero muchos sectores en Chile son firmes en su negación de la posible herencia del pinochetismo en el éxito económico de Chile en 2019.
"Terminó hace treinta años"
Oscar Landerretche, catedrático de la Universidad de Chile y ex presidente del directorio de la empresa minera estatal Codelco durante el anterior gobierno centro-izquierdista de Michelle Bachelet, le dice a BBC Mundo que tiene "poco sentido" atribuir la estabilidad y prosperidad económica actual de Chile a los fundamentos económicos implementados durante el gobierno militar.
"La dictadura chilena terminó hace casi 30 años. En el intertanto Chile ha tenido un desempeño económico muy superior al que tuvo durante la dictadura en crecimiento económico, estabilidad e incluso en indicadores de equidad que si bien son malos comparados a nivel internacional, son mejores hoy que entonces y han ido mejorando, aunque lento", le dice Landerretche a BBC Mundo.
Pese a lo mucho que se habló de un "milagro económico" en la era Pinochet que vino a reemplazar la inestabilidad social y económica del anterior gobierno del derrocado presidente Salvador Allende, varios académicos y observadores insisten en que Chile ha crecido mucho más en la era democrática.
Noah Smith, columnista de la agencia noticiosa internacional Bloomberg, resumía así la discusión en un tuit de noviembre de 2018: "El crecimiento anualizado del PIB real per cápita para Chile bajo Pinochet (1973-1990) fue de 1,6%. El crecimiento anualizado del PIB real per cápita para Chile en los 17 años después de Pinochet (1990-2007) llegó a 4,36%. Pinochet está demasiado sobredimensionado".
Una tarea compleja
Pero dentro y fuera de Chile sigue habiendo defensores fuertes de la estrategia económica de Pinochet.
"Es complejo analizar el desempeño económico del gobierno militar chileno", le dice a BBC Mundo Steve Hancke, académico de la universidad estadounidense Johns Hopkins que asesoró a varios gobiernos latinoamericanos.
"En los primeros años de la era Pinochet hubo un boom, cuando las medidas iniciales ayudaron a estabilizar el caos de la economía socialista", asegura.
Cuando el gobierno militar de Chile efectuó el golpe de Estado que resultó en el derrocamiento y la muerte violenta de Salvador Allende, la nación sudamericana enfrentaba una fuerte crisis económica.
El gobierno socialista había nacionalizado numerosas empresas privadas y tolerado la "toma" por los trabajadores de fábricas y terrenos privados, lo que había desembocado en la hostilidad de buena parte del empresariado. La inflación afectaba los salarios de la clase media.
Al tomar el poder, Pinochet entregó el manejo de la economía a un grupo de graduados de la Universidad de Chicago, quienes casi de inmediato relajaron los fuertes controles estatales a la economía, liberalizaron las importaciones, vendieron las empresas estatales y confiaron en la mano del mercado para conducir el crecimiento económico del país, algo considerado revolucionario en su momento.
Avance con altibajos
La economía chilena experimentó durante los años del gobierno militar profundos altibajos, incluyendo una gran crisis en 1982que llevóal gobierno a tener que dar marcha atrás en algunas de sus reformas.
Esto ha llevado a analistas como Landerretche a decir que hablar de un modelo neoliberal chileno "es una mirada demasiado caricaturesca y simple, propia de quienes buscan caricaturas útiles para las redes sociales".
El académico le recuerda a BBC Mundo que "una parte importante de las medidas neoliberales implementadas a principios de los años 70 fueron revertidas en los años 80 por el propio gobierno militar. Un ejemplo muy claro de esto fue su política de desregulación financiera y de fijación del tipo de cambio. Ambas políticas, que favorecían al capital financiero, condujeron a Chile a una crisis en los años 80 que llevó al propio gobierno militar a revertirlas."
En democracia
Después de la transición a la democracia en 1990, los subsiguientes gobiernos han presidido un proceso de desarrollo económico que hoy es la envidia del continente.
"Chile está tan adelante de sus vecinos que en muchos sentidos ni parece parte ya de América Latina", le dice Hancke a BBC Mundo.
Para Hancke, es evidente que la prosperidad actual de Chile está fundamentada en medidas adoptadas durante la era Pinochet.
Señala como ejemplo la continuación de un sistema de seguridad social basado en los fondos privados de ahorro pensional, uno de los programas emblemáticos del gobierno militar.
Y la ley minera expedida por ese mismo gobierno, a la que califica como "la mejor del mundo", a la cual "no se le ha cambiado ni una palabra" desde la época de Pinochet.
Otra cosa piensa Landerretche.
"Los gobiernos democráticos sostenidamente aumentaron el rol del estado, particularmente en las áreas de infraestructura, políticas sociales, protección del consumidor, salud y educación. Al terminar la dictadura en Chile no existían seguros de salud universal, seguros de desempleo, gratuidad en la educación superior, ni pilares solidarios en el sistema de pensiones", le dice Landerretche a BBC Mundo.
"Todas estas cosas han sido implementadas en los últimos 30 años, lo que ha generado un crecimiento importante del tamaño del Estado y que Chile haya logrado algún avance en equidad en una época en que esta ha aumentado en todo el mundo", insiste el académico.
La prosperidad de Chile ha tenido por mucho tiempo el incómodo trasfondo de su relación, mayor o menor, con un gobierno militar.
A tres décadas del fin del gobierno de Pinochet, la polémica parece lista para durar muchos años más.
