¿Puede el cierre de una cadena de supermercados hacer caer la economía de todo un país? Croacia y la zona de los Balcanes están cerca de vivirlo.
La empresa más grande de esta nación europea se llama Agrokor y posee varias cadenas de supermercados.
En la actualidad, se encuentra al borde de la quiebra, algo que podría tener consecuencias en toda la zona de los Balcanes.
Los cierres de grandes cadenas nacionales siempre han tenido un impacto brutal en el mercado laboral y en las áreas comerciales en las que se encontraban.
Pero Croacia es un país en el que sólo viven 4 millones de personas y, si Agrokor se declara en bancarrota, el país recibiría un duro golpe al ver desaparecer los cerca de 60.000 puestos de trabajo que dependen de esta firma.
"El colapso de Agrokor podría causar una recesión", aseguró la ministra de Economía, Martina Dalic.
La caída de Agrokor también repercutiría en las áreas donde se ubican sus más de 1.000 establecimientos de la marca Konzum.
"Su empresa principal, Konzum, tiene 2.500 proveedores que emplean a su vez a 150.000 personas. Hay un riesgo sistemático si la compañía acaba en bancarrota", dijo Dalic.
Los ingresos de Agrokor representan más del 15% del PIB de Croacia y la firma tiene intereses importantes en Eslovenia, Bosnia, Serbia y Montenegro.
De hecho, la amenaza de cierre preocupa tanto a todas estas naciones que celebraron una cumbre de ministros para tratar la crisis.
Un crecimiento demasiado rápido
El problema es que la corporación tiene deudas de más de US$6.700 millones. La mayor parte procede del intento de alcanzar una posición dominante en el sector de la venta al por menor en la región.
La dirección de Agrokor pidió préstamos para adquirir en 2014 al rival esloveno Mercator. Ahora, no puede devolverlos.
El gobierno nombró a un equipo de reestructuración para que se haga con el control de la firma y rescate lo que pueda en lo que parece un clásico caso de metas corporativas que estaban por encima de la realidad financiera.
Aunque, Dalic simpatizó un poco con las ambiciones de Agrokor.
"¿Debe el tamaño de una compañía restringirse al tamaño de una economía? Eso significaría que las empresas croatas estarían condenadas a ser siempre pequeñas", afirmó.
"Y si se quedan pequeñas, obviamente no son lo suficientemente competitivas".
La caída de un magnate
El hombre más rico de Croacia, Ivica Todoric, se encuentra en el centro de esta crisis. La leyenda alrededor de su éxito cuenta que pasó de ser un humilde florista a un magnate residente en un castillo con nada más que trabajo duro.
Pero siempre cultivó los contactos políticos correctos y construyó su considerable fortuna con la privatización de negocios estatales.
Antes de la crisis, poseía Agrokor casi al 100% y ponía a sus familiares en los puestos ejecutivos claves. Pero una vez que el panorama se oscureció, le pasó el mando al gobierno croata.
El profesor de Ciencia Política en la Universidad de Zagreb, Nenad Zakosek, opinó que los aliados políticos de Todoric le dieron demasiado margen y que esto trajo consecuencias desastrosas.
"Ha disfrutado de privilegios específicos y acuerdos especiales que incluyen, por ejemplo, el uso de tierra y agua", sostuvo.
En Konzum, las preocupaciones continúan y hay señales de que la crisis se está profundizando. Los consumidores han empezado a desertar y optar por negocios rivales.
Las ventas registradas en abril arrojaban una caída anual del 10%, según un periódico croata.
Estas son malas noticias para decenas de trabajadores en Croacia, Eslovenia y Serbia preocupados por su futuro. Todos esperan que Agrokor sea demasiado grande para caer.