Este martes y en el marco de su reunión mensual de política monetaria, el Banco Central decidió una vez más mantener la tasa de interés de política monetaria (TPM) que, desde enero de 2016, es de 3,5%.
El ente emisor —que entre sus tareas debe preocuparse de que la inflación se mantenga entre 2% y 4%— dijo que “en noviembre, la variación mensual del IPC estuvo en línea con lo previsto, con lo que la inflación anual alcanzó a 2,9%”.
Además, advirtió que las expectativas de inflación a fines del horizonte de proyección se ubican en torno a la meta, aunque para los próximos meses se sitúan en la parte baja del rango de tolerancia.
“El Consejo estima que, de persistir las tendencias recientes del escenario económico así como sus implicancias para las perspectivas de la inflación de mediano plazo, se hará necesario incrementar el impulso monetario. Al mismo tiempo, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política”, detalló la propia entidad financiera a través de un comunicado.
El cambio de sesgo del BC a uno más expansivo va en línea con lo indicado por los expertos consultados en la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) de diciembre, quienes señalaron que en enero del próximo año la entidad financiera podría bajar la tasa de interés a 3,25% por primera vez en 12 meses.
La reunión de política monetaria de diciembre se llevó a cabo con la participación de solo 4 de los 5 miembros que componen el Consejo, ya que aún no hay reemplazante para Rodrigo Vergara.