De acuerdo a las cifras de ejecución fiscal entregadas por la Dirección de Presupuestos reflejaron que la trayectoria negativa del déficit fiscal efectivo se acrentó cerrando el año pasado en -2,8%, su mayor nivel desde 2009, año en que ocurrió la crisis subprime.
De acuerdo a Pulso, esta trayectoria negativa no comenzó ahora y se viene arrastrando desde 2013 cuando el balance finalizó con una merma de -0,6%. Además, al año siguiente pasó a -1,6%, para luego elevarse a -2,1% en 2015 y cerrar el 2016 en -2,7% del PIB.
Por otra parte, desde 2014 la deuda pública ha venido anotando un incremento considerable cuando se ubicó en 14.9% del PIB. Ya en 2015 pasó a registar un 17,4%; ya en 2016 superó el 20% y en 2017, la deuda fiscal estaría bordeando el 24% del PIB.
Los ingresos del Gobierno Central Total alcanzaron los $37.473.003 millones, lo que representó un aumento del gasto real 4,7%.
Sobre la tasa de ejecución del gasto, al cierre de 2017 se registró un avance de 100,5% sobre la ley aprobada, superior al 98,4% observado durante el año previo, en el que se realizó un ajuste fiscal contención del gasto.
Por otra parte, el déficit estructural pasó de -1,8% del PIB a -1,7%, por lo que solo se redujo en 0,1% y no 0,25%.
"No se cumple con la meta de 0,25% puntos, pero hemos hecho una larga discusión respecto que la meta se plantea en términos presupuestarios. Presupuestariamente, siempre hemos planteado 0,25%, lo que pasa es que no se cumple porque los parámetros van cambiando", reprodujo el medio las palabras de Sergio Granados, director de la Dipres.