El conjunto de las administraciones central, regional y local más la caja de la seguridad social gastaron en el primer semestre del año 51.600 millones de euros más de los que ingresaron. En comparación, en el primer semestre de 2019, el Estado alemán había obtenido un superávit de 46.500 millones de euros.
Fuerte contracción económica
Este martes, el ente estadístico Destatis informó, además, de una fuerte contracción económica en el segundo trimestre de 2020. Entre abril y junio, el producto interior bruto (PIB) cayó un 9,7 por ciento.
Se trata de la mayor contracción desde 1970 en Alemania, cuando se empezaron a publicar las estadísticas trimestrales.
A principios de año, las medidas para contener la expansión del coronavirus habían paralizado gran parte de la economía nacional: comercios, hoteles y restaurantes tuvieron que cerrar, al igual que fábricas. Además, fueron cancelados importantes ferias, conferencias y conciertos.
"Masivo desplome de la demanda"
La contracción ha sido tan abultada que el PIB alemán era, al final del segundo trimestre, un 11,3 por ciento menor que un año antes (una vez eliminadas las distorsiones por calendario y precios).
Destatis destacó en un comunicado el "masivo desplome de la demanda interna e internacional".
En el segundo trimestre, el consumo privado cedió un 10,9 por ciento con respecto al primero; las inversiones en bienes de equipo se desplomaron un 19,6 por ciento y la construcción cayó también, aunque de forma más moderada, un 4,2 por ciento.
En sentido contrario, y equilibrando en parte la situación provocada por la pandemia y las medidas para contenerla, el gasto público repuntó entre abril y junio un 1,5 por ciento con respecto al trimestre previo.
El comercio exterior -uno de los puntales de la primera economía europea- también se hundió a causa del coronavirus. En el segundo trimestre las exportaciones cayeron un 20,3 por ciento con respecto al primer trimestre mientras que las importaciones se contrajeron en un 16,0 por ciento.
El Gobierno alemán estima que el PIB se contraerá en el conjunto de este año un 6,3 por ciento. El Bundesbank (banco central) sitúa la caída en el 7 por ciento.