Alemania busca trabajadores con y sin cualificaciones: hay más de 1,7 millones de puestos vacantes
En Alemania falta personal en la gastronomía. Los trenes se cancelan por carencia de conductores. Las maletas se amontonan en los aeropuertos, porque no hay nadie que las transporte, y en los jardines de infancia no aceptan niños, porque faltan educadores.
Problemas en 148 profesiones
Una encuesta de la Cámara de Industria y Comercio de Alemania arroja que el 56 % de las empresas se queja de la falta de empleados y describe la situación como uno de sus mayores problemas comerciales.
La Agencia Alemana de Empleo confirma la situación. Hay problemas de personal en 148 profesiones. En todo el país se anuncian más de 1,7 millones puestos de trabajo.
No solo falta personal cualificado
Markus Winter, gerente del Servicio de Prestación Industrial (IDS) en Baden-Wurtemberg, busca personal en más de 20 profesiones: cerrajeros, pintores, montacargas, ensambladores o repartidores de bebidas. Winter afirma que también tienen problemas para encontrar personal sin formación académica: "Estas son áreas realmente relevantes desde el punto de vista sistémico para la industria, sin las que esta simplemente no funciona".
Los "baby boomers" se jubilarán pronto
La escasez no sorprende. "Ahora nos encontramos en una situación relativamente dramática que en realidad hemos predicho durante mucho tiempo", dice Herbert Brücker, profesor del Instituto para el Mercado Laboral en Nurémberg.
Según él, el cambio demográfico es notable. Alemania pierde alrededor de 350.000 personas en edad laboral cada año. Los baby boomers se jubilarán en unos pocos años.
Expertos como Brücker predicen que para 2035 habrá alrededor de siete millones menos de personas en el mercado laboral. Será un agujero imposible de tapar con personal de Alemania, tampoco de la Unión Europea.
La Ley de Inmigración de Personal Especializado, decepcionante
Para compensar la escasez actual en el mercado laboral, a Alemania tendrían que llegar 400.000 inmigrantes cada año y, sobre todo, tendrían que quedarse.
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Desde 2012, los académicos fuera de la UE pueden trabajar en Alemania con la llamada Tarjeta Azul de la UE. En 2020 también entró en vigor la Ley de Inmigración Cualificada, que también incluye profesiones no académicas. Pero no está funcionando: las pequeñas y medianas empresas en Alemania a menudo todavía tienen problemas para contratar trabajadores cualificados del extranjero. En 2020, 30.000 trabajadores cualificados llegaron del extranjero y 20.000 abandonaron el país.
El Gobierno alemán, para intentar buscar soluciones, hará reformas de dicha ley. Por ejemplo, se permitirá la entrada de personal con contrato en Alemania, con título académico en su país, pero sin convalidación en Alemania.
Winter asegura que algunos de sus clientes ofrecen trabajo a personas sin cualificación: “Calculo que alrededor del 20 por ciento no son trabajadores cualificados”.
Él espera que la situación se simplifique para todos los trabajadores que quieran trabajar en Alemania: "Comienza con el proceso de visa, en el que se envían documentos por todo el mundo, y termina con funcionarios, que no siempre implementan regulaciones complejas de manera uniforme y transparente".
"Actitud defensiva arraigada" entre las autoridades
La abogada Bettina Offer, asesora de empresas que quieren contratar trabajadores extranjeros, sabe lo que eso significa en la práctica. Incluso con un contrato laboral en el bolsillo, es difícil conseguir una cita en una embajada alemana para solicitar un visado. Además, el proceso de verificación puede tardar meses.
"Una y otra vez trabajo con autoridades que tienen la sospecha generalizada de que mis empleadores, de alguna manera, quieren hacer contrabando con extranjeros, en lugar de entender que los empresarios están buscando trabajadores".
Offer habla de "una actitud defensiva muy arraigada" en las autoridades de inmigración alemanas.
Winter también espera que cambie la situación laboral con los refugiados, y cree que a pesar de todos los problemas con el idioma y la integración, existe un gran potencial entre los solicitantes de asilo. “Puedo entender, desde el punto de vista politico, que no quieran a través de la ley de asilo una política de inmigración oculta. Pero incluso en este tema hay mucho que debe cambiar”.