Por Carla Alonso
La acción de Ripley se disparó a tal punto durante el día -cerró en 293,880, con una variación de 34%-, que obligó a la Bolsa de Comercio de Santiago a suspender las transacciones.
Las primeras versiones indicaron que la empresa mexicana El Puerto de Liverpool -un retailer que opera tiendas por departamento en ese país- ingresaría a la propiedad de la chilena con un 50%. Pero el objetivo de la mexicana estaría más al norte: fuentes conocedoras del proceso aseguran que El Puerto de Liverpool estaría interesada en la operación de Ripley en Colombia.
Se trata de un negocio que arrancó en 2013, que no ha logrado consolidarse y que este año arrojó cifras rojas, empujadas por el formato retail. Pero que, a la vez, tiene potencial de crecimiento.
Las primeras conversaciones
En una declaración firmada por el gerente general Lázaro Calderón, en respuesta a una consulta de la Bolsa de Comercio de Santiago, Ripley reconoció conversaciones con la empresa mexicana Liverpool, pero descartó que exista algún tipo de acuerdo. “(…) la compañía y sus ejecutivos están permanentemente en contacto con distintos actores de la industria del consumo masivo a nivel mundial, entre ellos Liverpool, para intercambiar experiencias, compartir buenas prácticas y explorar posibilidades de negocios en beneficios mutuo”, señaló la empresa controlada por la familia Calderón.
Sin embargo, agregó que “dentro de las actividades, y como es de público conocimiento, Ripley Corp S.A. ha estado analizando las distintas opciones que se presentan para el desarrollo de sus negocios en Colombia y otros países de la región, lo que ha involucrado conversaciones con actores del mercado colombiano e internacional, sin llegar hasta la fecha a ningún resultado concreto”.
Las dificultades del negocio
Ripley ingresó a Colombia a comienzos de 2013. Ese año abrió sus primeras tres tiendas, a las que sumó tres locales más en 2014. La idea era tener ese ritmo de aperturas al año -entre dos y tres tiendas-, pero la desaceleración de la economía colombiana impactó las proyecciones de retailer, debido a la depreciación de la moneda local y la caída del precio del petróleo, “lo que derivó en una disminución de la confianza de los consumidores”, señala un informe sobre Ripley de agosto de este año, elaborado por EuroAmerica.
Las cifras sobre este mercado hablan por sí solas: con una superficie de ventas de 34.543 metros cuadrados y colocaciones por $26.412 millones, a junio de este año la operación arrojó pérdidas por $16.810 millones. De esas, la mayor parte provienen del negocio del retail ($15.691 millones en pérdidas), mientras que una cifra menor corresponde a la banca ($1.538 millones).
El documento de EuroAmerica explica que el plan de inversiones “tuvo un importante cambio dada esta situación de desafiante escenario económico”. Y añade que “si bien este formato presenta uno de los más bajos niveles de penetración en Latam, lo que entrega atractivas oportunidades de crecimiento, la desaceleración económica ha sido un obstáculo adicional a la consolidación de la operación”.
El informe explica que Ripley está trabajando para mejorar sus indicadores, en especial el tráfico de clientes, y desliza el escenario de la incorporación de un socio: “En caso de no observarse una reversión de las tendencias actuales, no se descarta la incorporación de un socio estratégico o incluso, una eventual salida del país”, adelanta el reporte de EuroAmerica.
El posible comprador
Según detalla un reporte enviado hoy por EuroAmerica, Liverpool “es el líder en tiendas por departamento enfocado principalmente a los estratos medio y alto”. Al segundo trimestre de este año contaba con 107 tiendas, repartidas en 57 ciudades de México, con el nombre de Liverpool, Fábricas de Francia y almacenes bajo el formato Liverpool Duty Free. “Adicionalmente, posee 24 centros comerciales y tiene un 50% de Regal Forest. En los últimos doce meses al segundo trimestre de este año, “cuenta con un margen Ebitda de 16,3%”, señala EuroAmerica en su reporte.
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