En esta segunda noche de toque de queda, cientos de personas se encuentran varadas en el aeropuerto de Santiago tras la reprogramación de sus vuelos.
Esperas de más de 20 o 30 horas son parte del escenario que ha generado indignación entre los pasajeros. Niños, adultos y adultos mayores se han visto en la obligación de dormir en el piso, a la espera de que las aerolíneas informen sobre la disponibilidad de sus vuelos correspondientes.
Loreto, una pasajera afectada por esta situación, indicó a T13 que se mantiene a la espera de la reprogramación de su vuelo a Antofagasta, que originalmente estaba pactado para este domingo en la mañana. Sin embargo, la mayor dificultad es que su madre, con quien está en el aeropuerto, es insulino dependiente.
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“Necesito que la reubiquen a ella, yo no tengo problema en quedarme acá”, pidió la pasajera afectada, quien además cuenta con todos los papeles correspondientes para demostrar y certificar la enfermedad de su madre, Rosa, quien viajó a la capital para ver el concierto de André Rieu, el que también fue cancelado producto del mismo estado de excepción constitucional.
La situación se agrava aún más ya que no han podido ingerir alimentos adecuados, lo que implica un mayor riesgo para la enfermedad que podría provocar, en el peor de los casos, un coma diabético.
"Lo que más me preocupa es que me está subiendo mucho la glicemia. Tengo que puncionarme cincon veces al día con Insulina y ya no me está quedando Insulina, si se suponía que me iba a quedar tres días", afirmó Rosa.
Loreto pide que puedan priorizar el vuelo de su madre. Sin embargo, hasta ahora no ha obtenido respuesta.
En las afueras del aeropuerto, y en conversación con T13, dos jóvenes indicaron que llevan más de 36 horas de espera por la reprogramación de su vuelo hacia Arica. Su viaje ha sido cambiado cuatro veces y esperan que, tras estas modificaciones, finalmente puedan realizar su trayecto a las 11:00 am de este lunes.
Las pasajeras denuncian que la aerolínea no les ha entregado soluciones para su estadía, como el ofrecimiento de un hotel. Aunque, de todos modos, no quieren abandonar el recinto debido a que si se van del aeropuerto, pierden su lugar en la lista de reprogramaciones.
