"Hemos venido a pedir perdón en su nombre (del Papa)", fueron las escuetas palabras que dijo a su llegada al país el obispo Jordi Bertomeu, quien junto con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, regresó a Chile para continuar con la investigación por abusos, esta vez especialmente centrados en Santiago y Osorno.
El avión que trajo a los sacerdortes aterrizó cerca de las 7.20 horas de hoy en Pudahuel. Bertomeu además evitó confirmar o descartar si habrán o no más aceptaciones de renuncias de obispos por parte del Papa Francisco, agregando que "tenemos que dejarlo en sus manos, pero tenemos que estar muy expectantes de que las cosas irán muy bien".
Esta es la segunda vez en que la dupla llega a Chile y el objetivo es enfocarse en la diócesis de Osorno, desde donde ayer fue destituido el ahora ex obispo Juan Barros.
Los obispos comenzarán su trabajo en Santiago, donde estarán durante dos días, siendo alojados en la nunciatura Apostólica en Providencia. Posteriormente se trasladarán hasta el sur del país para continuar con la investigación ordenada por el Pontífice.
Según el cronograma de la visita, los sacerdotes estarán en Chile hasta el 19 de junio próximo.