A tres semanas de haber ordenado su cierre, la ministra en visita Carola Rivas resolvió reabrir la investigación por la desaparición y muerte del joven universitario Jorge Matute Johns en Concepción durante el año 1999.
La resolución fue comunicada el jueves 10 de mayo y se tomó luego de las solicitudes que hizo la familia de Matute Johns. En concreto, Rivas acogió la realización de 11 de las 16 diligencias solicitadas y rechazó aquellas que ya fueron practicadas o que no aportarían al esclarecimiento de los hechos.
Entre las diligencias que se realizarán en las próximas semanas está una entrevista a Damián Díaz, a cargo del transporte del personal de la discoteca La Cucaracha — donde fue visto por última vez el joven— al momento de los hechos. Además, accedió a interrogar a siete personas y a la inspección ocular de los videos que se han reunido en la causa.
La ministra Rivas decretó también que la PDI ubique y entreviste a tres personas, entre ellos los excomisarios de la policía civil Herwin Rojas y Carlos Suardo, para que expliquen el origen de la carpeta "Hoja de Parra", cuyo resultado podría desembocar en nuevas diligencias.
Sobre las peticiones del Consejo de Defensa del Estado, la ministra Rivas las desechó debido a que las consideró impertinentes.
Después de que se cerrara la investigación, la madre de Jorge, María Teresa Johns, dio una entrevista en que presionaba al poder judicial: "Creo que por ley divina merezco antes de partir, saber quiénes son los culpables de la muerte de mi hijo".
La tesis "Hojas de Parra"
Luego de años de investigación, se estableció como verdad judicial la llamada tesis "Hojas de Parra", que si bien se descartó a pocos días de la desaparición, tomo fuerza con el paso de los años. En esta arista se estableció que ciertos individuos buscaban sexo casual y anónimo aprovechándose de jóvenes privados de sentido mediante el uso de fármacos como pentobarbital.
"Esta línea incluso nos llevó a cuatro víctimas de situaciones semejantes: perdieron la conciencia por haber aceptado un trago y amanecieron al día siguiente en un departamento, su casa o en diferentes lugares sin saber cómo llegaron ahí, pero con evidencias de haber sido violentados sexualmente", dijo Rivas.
La ministra Rivas explicó que a 18 años de ocurridos los hechos –con 7 de los 12 sospechosos muertos y los 5 vivos descartados– y con testigos inubicables o no identificados en 1999, es difícil reconstruir la verdad y las responsabilidades, algo que sería diametralmente opuesto si se hubiera profundizado en la línea de investigación desechada.