"No hay duda que este es un problema político", afirmó este jueves el ministro del Interior, Víctor Pérez, durante su participación en una sesión especial del Senado para abordar el conflicto que afecta a la región de La Araucanía, en medio de la extensa huelga de más de 20 comuneros Mapuche, quienes piden cumplir sus condenas o medidas cautelares en sus comunidades, en conformidad al tratado 169 de la OIT. (revisa en esta nota las demandas de los huelguistas y el origen del caso)
El nuevo titular de Interior -quien dejó el Senado la semana pasada para asumir en reemplazo de Gonzalo Blumel- comenzó realizando una autocrítica: "no hemos logrado encontrar el camino adecuado y ese es uno de los grandes desafíos que tiene la democracia, este gobierno y este Senado".
Perez recordó que asumió su cargo en medio de un complejo momento, donde habían cinco municipios tomados, maquinarias incendiadas y otros incidentes.
Y en este sentido fue categórico en que "el resguardo del orden público es una obligación del gobierno y no vamos a renunciar a esa obligación".
Y respondió a las críticas a su visita a La Araucanía: "yo rechazo que se diga que haya ido a provocar. Mi preocupación no podía ser otra que un territorio donde mucha gente está sufriendo y tiene dificultad".
"Yo llamé al dialogo, diciendo que esto es un problema político, y este problema lo debemos abordar todos. Existe historia, existen documentos, caminos que uno debiera tomar, pero creo que no es adecuado que un gobierno defina por sí solo un camino sin dialogo", planteó.
Pérez remarcó que el llamado que ha hecho el gobierno es a deponer la violencia. Y en relación a la huelga de los comuneros afirmó que el gobierno está dispuesto al diálogo, "a pesar de todos los obstáculos que se nos puedan poner".
Con todo, advirtió: "No creemos que a través de una huelga de hambre sea posible modificar una resolución de los tribunales de justicia, pero vamos a proteger la vida de esas personas".
El "único límite" del diálogo y las posibilidades del cambio constitucional
Durante su intervención ante el Senado, Pérez advirtió que si bien están dispuestos al diálogo, "no tenemos ninguna intención de no conversar con alguien específico".
"El único limite es que no sea una persona condenada por delitos graves", advirtió.
Y afirmó que se debe avanzar en temas como el reconocimiento de los pueblos originarios, entre otras medidas, y que no tomarán medidas sin participación de las comunidades.
Por otro lado, el jefe de gabinete abordó los escenarios que abrirá el resultado del plebiscito del 25 de octubre, donde la ciudadanía podrá elegir si Chile contará o no con una nueva constitución, y si es que su redacción está a cargo de una convención constituyente (integrada por ciudadanos especialmente electos) o un órgano mixto, integrando tanto por parlamentarios como por ciudadanos elegidos para este propósito.
Pérez planteó que de triunfar el Apruebo, "no hay duda que eso va a marcar un camino". Y que en caso se gane el rechazo se optará por realizar reformas a la carta fundamental, dentro del actual marco normativo.
"Este problema político lo tenemos que resolver. Han sido 30 años de propuesta, comisiones e iniciativas bien intencionadas, las que nos demuestran que si esto no va acompañado de una voluntad real para impulsarlas, no vamos a lograr arribar", finalizó.